DAKAR 2023

Farrés y ese Dakar que parece no quererle en lo más alto del podio

12/01/2023 21:00

Abatido, hundido, decepcionado. Elijan el estado de ánimo que quieran. Todos ellos, y algunos más, podrían dibujarse en el rostro de Gerard Farrés. El cielo parecía habérsele derrumbado sobre su cabeza.

“Otra vez el Dakar me ha golpeado con el puño bien cerrado. Un pequeño problema mecánico… ¡qué rabia! Pero esto es el Dakar y cualquier tontería que no controlas te deja fuera de juego”, ha dicho a la llegada al campamento del Empty Quarter.

Una rotura de suspensión, un cambio que deja de funcionar, un vuelco en una duna son cosas que pueden pasar, que producen decepción. Pero no hay nada que frustre tanto como una avería banal, fortuita y en una pieza que cuesta ‘tres chavos’ y que a priori no debería romperse nunca… por lo que no llevas recambio encima.

“Un ventilador que no cuesta nada se ha roto con las vibraciones. Ha dejado de funcionar y ha hecho que el motor se calentara y perdiera agua. Hemos tenido que ir parando y arrancando hasta que hemos encontrado un coche con agua. Se la hemos pedido y Diego Ortega ha improvisado un invento que nos ha permitido llegar hasta el final”, dijo Farrés, agradecido al ingenio de su copiloto, en línea con dakarianos de pro, como Ramón Termens o Rosendo Touriñan, que sobre la marcha improvisaban cualquier solución.

Decepción porque estaban remontado. La victoria en T4 era difícil, pero posible. Por segundo año consecutivo le ha sido esquiva. El pasado año debió entregarla a su compañero por órdenes de equipo. Este año, tenía luz verde para buscarla y lo había hecho a conciencia.

“Al final dejas de luchar por la victoria, pero estás aquí, entre los mejores”, ha expresado Farrés, quien decidió no esperar al camión porque significaba perder mucho más tiempo. Si le alcanzaba sería más cerca de la meta. Y si no, habría llegado a final de etapa.

Farrés tiene claro que lo volverá a intentarlo el próximo año. Y espera que se cumpla aquello de ‘a la tercera, la vencida’.