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El Cupra e-Racer sorprende en el primer test dinámico en Castellolí

29/07/2018 13:26

El Cupra e-Racer ha rodado en el circuito de Castellolí en Barcelona. Al volante estuvo Jordi Gené, piloto de pruebas y desarrollo de Cupra Racing, quien se ha sorprendido de la actuación del prototipo en esta nueva tanda de pruebas.

Cupra Racing –antigua Seat Sport– sigue adelante con la preparación del Cupra e-Racer. Tras las pruebas de baterías en Grobnik, Croacia, esta semana se han realizado test dinámicos en Castellolí –circuito muy virado, con pronunciadas subidas y bajadas– para continuar con la fase de desarrollo del prototipo, que debe servir de base para el lanzamiento, posiblemente en 2020, de un campeonato destinado a turismos eléctricos coexistente con el WTCR.

El objetivo de estas sesiones era continuar con la puesta a punto y maximizar el rendimiento de todos los componentes, así como su fiabilidad. En concreto, se ha probado la potencia máxima de los motores, la gestión de energía frente a la temperatura de todos los elementos –sobre todo de las baterías– y la conductibilidad del sistema, para lo que se ha examinado la respuesta del pedal de acelerador, frenos y recuperación de energía.

Jordi Gené ha sido el encargado de ponerse a los mandos del e-Racer y ha admitido que el coche de competición de Cupra le ha sorprendido. "Al principio estaba un poco escéptico. Tenía curiosidad y pensaba, ¡a ver cómo va esto! Tras haber hecho los primeros kilómetros, estoy sorprendido. Va mejor de lo que pensaba, pero aún queda mucho trabajo por hacer", ha comentado Gené.

"La aceleración es impresionante y el bajo centro de gravedad por el peso de las baterías hacen que la sensación de pilotaje sea mejor de lo esperado. El test ha sido una cadena de sorpresas agradables", ha añadido Gené.

El peso es un componente que influye mucho. Las inercias en curva son mayores y la velocidad de paso por curva disminuye. La frenada se alarga y hay que trabajar mucho en muchos aspectos, como en la retención de los motores en las frenadas para recargar batería o la entrada de potencia en curva, ya que ésta es instantánea. 

"Conducir un coche eléctrico para una vuelta rápida es una cosa. Hacerlo en carrera es otra. Es muy importante la gestión de la energía, hay que correr con mucha cabeza", ha explicado Gené.

Sobre el papel, el coche puede ofrecer 300 kilovatios –algo más de 400 caballos– de potencia continua y 500 kilovatios de pico de potencia –680 caballos–, aunque es posible apurar incluso más si sumamos sus cuatro motores. Alcanza los 270 kilómetros/hora y es capaz de acelerar de 0 a 100 en poco más de 3 segundos. Lleva 6.072 pilas de litio y se puede recargar en 40 minutos.

Jaime Puig, director de Cupra Racing, ha anotado que con el e-Racer quieren "demostrar que el futuro de la competición será eléctrico y que un e-TCR puede ser tanto o más competitivo que un TCR de gasolina. Esperamos que estos test sirvan para que otras marcas se animen y veamos una nueva categoría de competición en 2020".

El proyecto cuenta con el respaldo decidido de Seat. Matthias Rabe, vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo de la compañía, afirmó recientemente que con este coche querían "llevar la competición al siguiente nivel. Podemos reinventar el deporte del motor y alcanzar el éxito. Estamos orgullosos de poder hacer posible un turismo eléctrico de carreras".

Los próximos test, que tendrán lugar en septiembre, se centrarán en reducir el tiempo por vuelta de este turismo eléctrico de competición, cuyo objetivo potencial es desbancar sobre la pista a los actuales TCR. Para ello, Cupra Racing y los promotores del e-TCR quieren alienar este mismo año, a finales de temporada, este coche en una carrera de las TCR Series con el fin de tener una referencia fiable y, sobre todo, demostrar al gran público y también a otros fabricantes la viabilidad del proyecto. Quizás sea muy justo, pero no debe descartarse.

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