¿Un Cupra eRacer en el WTCR?

Pero ambas partes tienen prisa por demostrar la viabilidad del proyecto, sobre todo si quieren ponerlo en pista en 2019. Los promotores necesitan atraer a nuevas marcas. Y a Cupra le convienen iniciativas que representen un golpe de efecto que le permita darse a conocer como marca independiente, aunque pertenezca a Seat como punto de partida a su ambiciosa singladura.

Y el desafío lo tienen ambas partes fácil de superar: Alinear un Cupra e-Racer en algunas carreras del WTCR, compitiendo contra los TCR tradicionales, con motor convencional de gasolina 2.0 Turbo. No debe haber muchos problemas de autonomía. Las mangas del WTCR no son muy largas, unos 80 km como mucho. Y esa autonomía parece posible, incluso a ritmo de carreras, con unas baterías que ni sean excesivamente voluminosas y lastren el peso.

Es cierto, el Cupra e-RACER pesa 400 kg más que el Cupra TCR. Pero en contrapartida tiene 650 CV, es decir unos 300 CV más que un TCR convencional de gasolina… aunque esto es la pico máximo puntual de potencia y la potencia máxima contínua es del orden de los 410 CV de forma que las aceleraciones 0-100 y 0-200 son equivalentes.

No sé si las acciones del Cupra e-TCR en el marco del WTCR serán exhibiciones, la búsqueda de un crono de calificación que permite comparación directa, o será admitido a correr, un poco retomando la idea que los organizadores de las 24 Horas de Le Mans pusieron en marcha en 2012, el Garaje 56. 

Es cierto. La idea encierra algunos peligros si el Cupra eTCR es más rápido que los WTCR convencionales. Pero quizás sea un riesgo que vale la pena pensando en el futuro.

No lo duden, el enfrentamiento entre eléctricos y de gasolina no se dará sólo en las calles de las ciudades, sino también en las pistas. Y este podría ser el anticipo.

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