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Los drones de la DGT ya multan: ¿cómo lo hacen?

24/01/2019 12:45

Tras un periodo de prueba, los drones de la DGT estarán plenamente operativos en 2019. Serán 11, y tendrán la capacidad de detectar multitud de infracciones entre las que no se encuentran los excesos de velocidad.

La DGT terminaba el pasado año una serie de pruebas exitosas con drones, esos pequeños aparatos voladores con los que pretende vigilar nuestras carreteras y cubrir así el terreno y las limitaciones que no puede acometer Pegasus. El famoso helicóptero no puede llevar a cabo sus funciones cuando cae la noche, un impedimento que no afecta a los drones. Tras la instalación de nuevos radares Veloláser, los drones comienzan oficialmente este 2019 a detectar y multar las infracciones de tráfico.

Según la información publicada por El Confidencial, en total son 11 los drones de los que dispone la DGT en estos momentos. Cuentan con una autonomía de dos horas de vuelo y un radio de acción de unos 500 metros. Sus grandes ventajas son la capacidad de poder sobrevolar cualquier tipo de vía a cualquier hora, además de un tamaño que los hace casi indetectables. Para detectar las infracciones incorpora una cámara de 13 megapíxeles. Con ella es capaz de detectar adelantamientos sobre línea continua, giros prohibidos e identificar a su vez al infractor. ¿Su pega? No pueden multar por exceder la velocidad, ya que no cuenta con cinemómetro como los Pegasus.

El modo de empleo es el siguiente. El dron se encuentra sobre una vía pública, captura una infracción y gracias al sistema de seguimiento automático detecta al conductor. Acto seguido se notifica del delito a la patrulla más cercana, que será la encargada de detener al conductor y comunicarle la multa.

Los drones han estado en período de pruebas durante el año pasado, donde formaron parte de la Operación Salida de Navidad con resultados francamente positivos según las autoridades. Sin embargo, hay algunas taras que todavía quedan pendientes de solucionar, como las imágenes de su cámara. No son enteramente nítidas y las autoridades temen que, aunque la multa pueda llegar al conductor, un juzgado pueda interpretar que las imágenes no son lo suficientemente claras como para considerar válida la multa.