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David Beckham apuesta por el negocio de los 'restomod'

12/06/2021 18:55

Que a las estrellas del balón les gustan los grandes coches es algo de sobras conocido. Cristiano Ronaldo o el exbarcelonista Samuel Eto'o son grandes coleccionistas. Aunque David Beckham no ha escapado a este ‘hobby’, no lo ha hecho al nivel de otras estrellas y más que deportivos actuales tiene algunos clásicos, como un Aston Martin V8 Vantage o un Jaguar Project 7, muy lejos de los Bugatti o Ferrari de Cristiano.

Pero ahora el exfutbolista británico parece querer ir un poco más lejos que el papel de simple coleccionista para invertir en el floreciente negocio de los ‘Restomod’.

La reconversión de coches clásicos en eléctricos está de moda, algo que molesta a los coleccionistas de los grandes clásicos. Incluso en algún caso se reinterpreta la carrocería actualizándola. Es un negocio que va viento en popa. Permitirá a los propietarios de automóviles clásicos seguir circulando pese a que sus motores de origen no cumplen con las directivas sobre emisiones y, por tanto, tienen la circulación limitada o restringuida.

Beckham ha decidido invertir en Lunaz, una de las empresas británicas especialistas en estas transformaciones y ha realizado algunas de auténtico lujo. Su fundador y propietario es David Lorenz.

No son, desde luego, juguetes baratos. Hay que partir de la base de un clásico con ‘pedrigrí’, es decir un modelo que fue en su día sinónimo de lujo y/o deportividad. Y la cotización de estos es elevada. Hay que restaurarlos usando materiales nobles como los originales. Y aplicar ‘reingeniería’ para actualizar algunos elementos como frenos o suspensiones.

El motor original deja su espacio a un motor eléctrico, por lo general mucho más pequeño pero también mucho más pequeño y ligero, a lo que se suma el pack de baterías.

Lunaz ha realizado una espectacular reconversión de un Jaguar XK120 y otra de un espectacular Rolls-Royce Phantom V de 1961, del que espera poder comercializar varias unidades.

Los compradores serán, sin duda, entusiastas de los Clásicos, aunque más interesados por las líneas, el estilo y los materiales empleados que por las mecánicas ocultas bajo el capó.

Obviamente, el precio de estas joyas no está al alcance de todos. Un Range Rover de primera generación podría costar 350.000 dólares –unos 289.000 euros al cambio actual–, mientras que el Rolls no bajaría de los 600.000.

Beckham ha declarado que le atrae la empresa "por el trabajo de restauración de algunos hermosos automóviles clásicos a través del reciclaje y la electrificación".