Convierten un BMW E30 en un cubito de hielo para ver si arranca
Los héroes de Garage 54 lo han vuelto a hacer. En su afán por llevar la divulgación automovilística a un nuevo nivel, estos rusos han convertido un BMW E30 en un cubito de hielo gigante para comprobar si su motor era capaz de arrancar en las condiciones más extremas. Basta con ver el vídeo para resolver la incógnita, pero ya les adelantamos que —spoiler— lo consiguen.
Tal vez les recuerden por proyectos como el Hummer H2 con llantas de 13 pulgadas o el coche que en vez de neumáticos llevaba zapatos. Ahora estos creativos rusos se han propuesto un nuevo desafío: congelar por completo un coche para ver si puede arrancar su motor y liberarse por sí solo del hielo. El reto ha contado con la participación de un estoico BMW E30.
El vídeo comienza con la construcción de una estructura de madera que les permitió regar el vehículo y que el agua es acumulara, para así acelerar el proceso de congelación. Luego cambiaron los líquidos del coche y llenaron el tanque de combustible, y dejaron reposar el coche durante varias semanas hasta que las bajas temperaturas completaron su transformación.
Sobre la mitad del vídeo, hacen un primer intento de arrancar el motor. Pero fracasan en su intento, porque descubren que el agua había entrado por el suelo del coche y que había afectado a parte de su mecánica.
Lejos de tirar la toalla, liberan el tren delantero para hacer las reparaciones de turno. Luego vuelven a cubrir el coche y lo dejan reposar ‘varios meses’, según anuncian ellos mismos. Y a la segunda, la vencida.
El motor del E30 ruge con claridad y en apenas cuatro horas el calor que genera permite deshacer el hielo que cubría el capó del vehículo. Para deshacerse del resto deben recurrir a una solución manual. En los últimos minutos del vídeo enseñan el interior, que ha sufrido filtraciones sobre todo en el suelo del conductor.
