Nueva información sobre la caída en desgracia de Carlos Tavares: revela que estaba enfrentado con otros altos cargos de Stellantis

La televisión estadounidense CNBC ha elaborado un extenso artículo donde recoge varios motivos que han contribuido a la caída en desgracia del ejecutivo. El más conocido por todos es la pérdida de competitividad en Estados Unidos, pero ése en el fondo es la gota que ha colmado el vaso. Hay muchos otros factores que se han ido acumulando con el paso del tiempo, pero que han pasado más inadvertidos.

Fuentes anónimas de Stellantis han explicado a la televisión que Tavares estaba tan obsesionado con reducir costes y maximizar beneficios que su línea de actuación acabó afectando a los productos del grupo. La plantilla de trabajadores se redujo un 14% desde 2020, algunos coches se simplificaron para abaratar su desarrollo y se externalizó trabajo de ingeniería a terceros países por un criterio económico. La relación con los proveedores se ha llevado al límite y hay varias fábricas en Estados Unidos donde esta política de recortes ha derivado en errores de gestión.

Carlos Tavares se guiaba por una hoja de ruta denominada ‘Dare Forward 2030’, que contemplaba incrementos anuales de los beneficios de más del 10% y confiaba buena parte de este crecimiento a los coches eléctricos. Varios directivos trataron de convencerle de la necesidad de priorizar otro tipo de tecnología y de seguir sacando coches de gasolina para mantener las ventas, pero el consejero delegado no escuchó esos consejos.

Su estilo de gestión también generó tiranteces con los ejecutivos de Stellantis para Norteamérica. Tiranteces ocasionadas por su intervencionismo en la hoja de ruta –a pesar de ser él europeo y tener un menor conocimiento del mercado local– y una tendencia a culpar de todos los males a los responsables estadounidenses en vez de asumir sus propios errores. También impuso un mayor control sobre los responsables de cada marca, reduciendo su libertad de movimientos y provocando que algunos acabasen tomando la decisión de dejar la empresa.

Tavares pasaba la mayor parte del tiempo en Europa y a menudo organizaba videoconferencias con Norteamérica a horas intempestivas para sus interlocutores al otro lado del charco, que a menudo tenían que despertarse de madrugada para participar en estas conversaciones. Algunos trabajadores estadounidenses le guardaban rencor porque anunció que pasaría algunos días de sus vacaciones de verano en Estados Unidos para tratar de solucionar problemas.

“Cuando Tavares empezó, dijo que el centro de la empresa estaba en algún lugar del Atlántico… pero a nosotros nos quedó muy claro que el centro de la compañía estaba en Francia”, ha dicho un antiguo directivo de Stellantis a la CNBC.

Stellantis está llevando a cabo un proceso de selección para encontrar al sustituto ideal para Carlos Tavares. Mientras tanto, su presidente John Elkann ha asumido de forma interina el rol de consejero delegado para encargarse de la gestión del día a día. Se espera que la búsqueda de un nuevo CEO termine en algún momento del primer semestre de 2025.