BMW i8: así es la última unidad producida de la historia

El BMW i8 ya es historia. La firma alemana ha fabricado la última unidad prevista, un Roadster pintado en un exclusivo color azul Portimao Blue. Durante los seis años que ha estado a la venta –el Coupé, puesto que el Roadster llegó después, mientras que el prototipo se presentó en 2009– se han ensamblado unas 20.500 unidades del modelo. De ellas, las 18 últimas cuentan con un alto grado de personalización que las convierte en más distinguidas si cabe.

En un principio se esperaba que la producción del BMW i8 acabase en abril, pero la crisis del coronavirus ha provocado un retraso que ha alargado la vida del híbrido enchufable algunas semanas más. De momento no tendrá sustituto, puesto que BMW se va a centrar en otros modelos electrificados que tienen prevista su llegada próximamente. En este sentido destacan el BMW iX3, el BMW i4 o la versión de producción del BMW iNext.

El BMW i8, deportivo de futurista aspecto con una disposición interior 2+2, cuenta bajo su piel con un motor híbrido formado por una mecánica térmica de 1.5 litros turbo con tres cilindros y una parte eléctrica que, en conjunto, desarrollan una potencia de 374 caballos.

El motor de combustión con tecnología BMW Twin-Power Turbo es el encargado de impulsar las ruedas traseras, mientras que el propulsor eléctrico hace lo propio con las delanteras. El par máximo del primero es de 320 Newton metro, a lo que se suman otros 250 que viene de la parte alimentada por batería. Ésta, por cierto, presenta una capacidad útil de 9,4 kilovatios hora –11,6 kilovatios hora brutos–. Hasta una velocidad de 120 kilómetros/hora permite circular sin emitir CO2, modo en el que puede recorrer hasta 55 kilómetros según WLTP –53 en el caso del Roadster–. El cambio es automático con seis velocidades.

Las prestaciones del BMW i8 con carrocería coupé indican una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en apenas 4,4 segundos –4,6 para el Roadster–, mientras que la velocidad máxima está limitada de forma electrónica a 250 kilómetros/hora.

El BMW i8 también es especial por detalles como una celda del pasajero hecha de polímero reforzado con fibra de carbono –CFRP– y el módulo de propulsión de aluminio, que además de los motores, la electrónica de potencia y el chasis también incluyen las funciones estructurales y de choque, no sólo permitieron un peso en vacío de menos de 1.500 kilos, sino que también lograron una distribución equilibrada de la carga por eje en la relación 50/50. Y como la batería de alto voltaje se colocó en posición central y baja, el centro de gravedad se desplazó hacia abajo.

Como decíamos, el cese de la producción del BMW i8 llega sin que éste tenga un sucesor o sustituto a la vista. No obstante, el fabricante alemán tiene planes en mente. Estos pueden derivar del BMW Vision M Next Concept, un prototipo híbrido enchufable presentado en 2019 que juntaba un motor de gasolina de cuatro cilindros con otros dos eléctricos para dar una potencia total de 600 caballos. No obstante, tampoco hay que destacar que el próximo BMW i8, o como quiera que se llame, sea totalmente eléctrico, lo que sería una buena forma de hacer frente a futuros rivales como la segunda generación del Tesla Roadster o al posible Audi R8 e-tron.