Dakar 2022

Alexandre Giroud: en el nombre del padre

14/01/2022 21:17

La categoría de quads ha tenido en Alexandre Giroud un dominador claro en el Dakar 2022. Un hombre que ha sabido jugar sus cartas tras haber abandonado en los dos Dakar anteriores, los dos disputados en Arabia Saudí, pero que ya había demostrado maneras en sus tres participaciones en la prueba en Sudamérica.

 

Para él la victoria tiene unos ecos tan personales como emotivos. “Han sido necesarios 25 años para que el apellido Giroud figure en lo más alto del podio. Entonces fue mi padre, Daniel, quien lo consiguió. Compartí con él todas las vivencias. Y ahora lamento que él no esté ya aquí para compartirlas”, ha dicho Alexandre. Su padre, Daniel, falleció el pasado abril a causa de la covid-19 “y antes de comenzar la carrera sentía una motivación muy especial. Entonces pensaba que un resultado en el podio sería bueno, pero me decía que si podía ganar, lo haría”.

Daniel, el padre de Alexander, no fue un ganador cualquiera. Fue el primer ganador de quads en la prueba, en 1997; antes, ninguno había llegado a la meta. Fue el primer ganador de la categoría pero no figura en el palmarés de la carrera ya que los quads no tenían clasificación específica, figuraban confundidos con las motos.

Alexander en 2017 y 2018 fue 11º; en 2019, 4º. En 2020 y 2021 abandonó. Pero ya en ese último año dio que hablar ya que ganó cuatro especiales antes de que una piedra se cruzara en su camino. Y esa experiencia ha sido clave para la victoria de este año.

Comenzó prudente, 7º en la primera especial. Dejó que el lituano Kancius, el ruso Maksimov y el ganador del pasado año, Manuel Andújar, se pelearan y fueran víctimas de la precipitación. Sólo Pablo Copetti seguía su ritmo, pero Giroud iba empalmando victorias de etapa hasta que Copetti rompió motor en la 10ª especial. A partir de ahí fue un paseo triunfal porque su compañero, Francisco Moreno, era segundo pero muy lejos a más de dos horas. Tocaba asegurar.

“La última especial se me hizo larga. Me iba diciendo ‘faltan 100 kilómetros para cumplir el sueño’, ‘faltan 50, ‘faltan 25’.... iba tan prudente que incluso me perdí”.

“Ha sido algo fantástico. Todavía no acabo de creérmelo. ¡No tengo palabras!”, comenzó diciendo en el podio de Yeda, mientras recordaba a su padre.

“Llevo ya algunos años disputando al Dakar. De hecho, pagué mi primera participación con un crédito a seis años, que justo he acabado de pagar. Al principio vine sin mecánicos, pero pronto comencé a construir un equipo fiel y operacional a mi alrededor. ¡Ha dado sus frutos! Esta ha sido una bonita victoria”, señaló.

Un equipo de fieles entre los que se encuentra el mismo preparador físico y mental de la familia Panis -Olivier, el padre, expiloto de F1, y su hijo Aurélien-, un equipo que ha ido modelando a tenor de su experiencia. Ha valido la pena.