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Un Lamborghini Aventador acaba calcinado tras salir volando de un aeropuerto

27/10/2017 12:37

Los superdeportivos son automóviles que levantan pasiones entre los aficionados. Máquinas como el Lamborghini Aventador Roadster, con sus 700 caballos, son el sueño de muchos conductores y amantes del automóvil. Aunque también, por desgracia, son protagonistas de accidentes espectaculares como el ocurrido en Brasil.

Lamborghini es uno de los fabricantes de automóviles más famosos del mundo. Sus coches, deportivos de altos vuelos con diseños espectaculares, son deseados y codiciados por muchos, pero también son máquinas cuyas prestaciones requieren de manos expertas para poder exprimir a fondo todo su potencial. Un Lamborghini no es un juguete fácil de llevar rápido.

Uno de los modelos más espectaculares de la marca es el Lamborghini Aventador, el buque insignia de la firma italiana que cuenta además con una versión descapotable, el Aventador Roadster. El Lamborghini Aventador equipa un motor V12 de 6,5 litros y 700 caballos, que le permiten acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 2,9 segundos y flirtear con los 350 kilómetros/hora de velocidad punta.

Estas cifras dejan muy claro que bajar la guardia a sus mandos, puede acabar en un susto. Si no, que se lo digan al conductor brasileño que, el pasado sábado 21 de octubre, terminó fuera de la pista donde disputaba una prueba de aceleración mientras observaba como su Lamborghini Aventador Roadster sucumbía pasto de las llamas.

De tal magnitud fue el siniestro que las llamas devoraron el deportivo de Sant’Agata hasta no dejar nada más que unos restos calcinados que cabrían en cualquier cubo de basura.

No están claras las causas del accidente. Al parecer, el piloto del Aventador participaba en  a la K2 Xperience, un evento que se celebra en una pista de aterrizaje privada cerca de Sao Paulo, Brasil. Allí se dan cita automóviles firmados por los mejores constructores de deportivos –Ferrari, McLaren, Porsche– para poner a prueba las prestaciones de sus superdeportivos en un entorno ‘seguro’.

Según el piloto, una irregularidad en la pista le hizo perder el control hasta que se salió de la pista, pero los espectadores testigos del suceso no opinan lo mismo.

Según los allí presentes, el Lamborghini Aventador Roadster continuó acelerando más allá del límite, incluso en la zona de frenado, lo que provocó que se quedase sin espacio suficiente para detener el vehículo antes del final de la pista. El coche salió disparado por el terraplén y, tras impactar, quedó envuelto en llamas.

El sonido del motor, la capacidad de empuje del mismo y la sensación de manejar una máquina de tal potencia, en ocasiones, puede desembocar en un exceso de ímpetu. No podemos afirmar que sea el caso del dueño del Aventador calcinado –que salió del coche por sus propios medios y con lesiones menores–, pero sí que deja claro que ponerse a los mandos de un coche como este, requiere de ideas claras y sangre fría.

Afortunadamente no hay que lamentar males mayores, más allá de la pérdida de un Aventador Roadster muy modificado. Uno de los cuatro, según dicen, que había en el país suramericano.

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