¿Se equivoca Audi? Motores TDI, gasolina con etiqueta C y escasa electrificación para el nuevo y muy atractivo Audi A5

El nuevo Audi A5 se vende como berlina de cinco puertas y Avant, con motores de combustión, muchas novedades y algunas importantes contradicciones. Por cierto, el cambio de nombre es porque ahora los modelos pares serán eléctricos, y reconforta ver que ya no se usan los nombres 35, 40 o 45 para denominar a los motores de sus modelos.

UN DISEÑO MUY ATRACTIVO

Pero vayamos al grano, porque el coche convence. Es muy atractivo y apuesta por las formas redondeadas que ya vimos en el e-tron GT. Estrena la plataforma premium de combustión PPC del grupo alemán Volkswagen y crece en tamaño hasta los 4,83 metros –como un Audi A6– y hasta los 1,86 de anchura, como un Audi RS4. El resultado es un coche imponente que se ofrece con cinco puertas y portón trasero muy inclinado, o también con cinco puertas y formato Avant. Ambos con portón eléctrico; la diferencia entre ellos es de 2.250 euros, por lo que el familiar parece el más interesante. Por fuera, incorpora luces matrix led o pilotos Oled, siempre opcionales, pero de gran atractivo.

Por dentro, el cambio es gigante, y ya no queda nada del A4 que conocíamos, al incorporar el cuadro de mandos con doble pantalla curva del Audi Q6… y añadir también una tercera pantalla para el copiloto, todo un exceso, ya que también tenemos 'head-up display'. La calidad de Audi sigue en lo más alto; se pierden botones, se gana en espacio y control, y se abusa en la consola central del negro piano. El diseño es muy bonito, más armónico que antes, y el coche podría aprovechar la mayor distancia entre ejes, de nada menos que 2,9 metros, para un mayor espacio trasero. Este, en cambio, es ajustado y dos adultos viajarán cómodos, pero no tan holgados como en un Audi A6. El maletero se ha llevado la peor parte, ya que pierde capacidad y se queda en solo 445 litros para el cinco puertas y 475 litros en el caso del Avant… que se reducen en 30 litros en las versiones de tracción total.  Muy escaso si tenemos en cuenta que un Seat León ST, mucho más pequeño, tiene 620 litros de maletero. Ahora veremos por qué sucede.

MOTORES: APUESTA POR EL DIESEL

En cuanto a motores, hay novedades que nos dejan perplejos. El motor de acceso, 2.0 TFSI, pierde la microhibridación y la etiqueta eco, y se ofrece con 150 o 204 caballos de potencia y con etiqueta C, siempre automático con el cambio S-Tronic de siete marchas, como toda la gama, y con tracción delantera. De ahí pasamos a la estrella de la familia Audi A5, el 2.0 TDI de 204 caballos, con tracción delantera o quattro y, como tope de gama, al S5, con un V6 de 347 caballos y tracción quattro.

Estos dos motores tienen etiqueta eco y estrenan una nueva tecnología microhíbrida en Audi, con una batería de 48 voltios y 1,7 kilovatios hora de capacidad de litio ferro fosfato –y no de iones de litio, como es habitual en la marca–, refrigerada y que soporta mejor las cargas y descargas del sistema híbrido, reduciendo el consumo en 0,4 litros de gasóleo en el TDI y casi 0,8 de gasolina en el S5. 

Vista la gama, la elección clara es el Diesel, que tiene etiqueta eco, consume poco, podemos elegir con tracción total y tiene prestaciones muy destacadas, aunque no el tirón de los TDI de antaño. Será el más vendido en este lanzamiento, aunque para el año próximo el modelo estrenará híbridos enchufables 'de más de 100 kilómetros de autonomía', aunque no tenemos detalles sobre su motor o arquitectura técnica.

INTERIOR: CALIDAD DURADERA Y… PANTALLAS

Ya en el interior, es fácil encontrar una posición de conducción cómoda sea cual sea la talla. Tiene un sistema de reconocimiento vocal que, aunque funciona bien, no es tan bueno como Siri o Alexa, que no se entrometen cada tanto en las conversaciones. Quitando eso, la calidad destaca en todos los ajustes y materiales, aunque el equipamiento sigue siendo algo escaso, y por ejemplo, el volante o los asientos traseros calefactados son opcionales, y son solo de serie los delanteros calefactados. El techo panorámico –2.250 euros– no tiene cortinilla, sino paneles oscurecibles de forma digital y tenemos extras como las cortinillas traseras muy apreciadas entre los padres con bebés.

En marcha destaca por su aplomo y precisión. Pesa mucho, 1.770 kilos, casi 250 más que antes, pero apenas balancea y es muy preciso. Eso sí, hay que frenarlo, y en las curvas más apuradas se nota que es un coche más pesado, y aunque las prestaciones son buenas, con casi 250 por hora y menos de 8 segundos en los modelos de 204 caballos gasolina o Diesel, no se nota un grandísimo tirón al volante, quizás porque es un coche grande que maneja muy bien esta potencia. El S5 es otro cantar, y este sí que corre, pero sigue la pauta de otros S al apostar claramente por el confort sobre las prestaciones, dejando estas últimas para un futuro RS5, del que aún sabemos pocos detalles.

PRECIOS: ALGO CARO

En cuanto a equipamiento y precios: no es barato, y cuesta 51.050 euros la versión Business con un equipamiento pensado para empresas. El Advance nos costará 2.000 euros más, a los que habrá que sumar de 2.500 en 2.500 euros para los S-Line o Black-Line, que serán los más populares. Los S-Line gasolina o TDI superan los 59.000 euros, y el S5 los 90.000 euros, tarifas muy respetables. Hay dos packs opcionales, el confort –3.000 euros– y el premium –más de 6.000– que incorporan mucha tecnología, pero también equipamientos de seguridad que deberían ser de serie.

CONCLUSIÓN: GRAN COCHE CON ALGUNAS PEGAS

Nos gusta el diseño, el confort, la calidad interior, la apuesta por el motor Diesel y que sea divertido de conducir ¡mucho más que cualquier SUV! En la parte negativa, un maletero pequeño, la ausencia de etiqueta eco en las versiones gasolina básicas, un peso elevado y un precio que, aunque competitivo y que permitirá que el Audi A5 alcance buenas cuotas de ventas, no sea tan accesible como lo era hace apenas unos años. En 2020 un A4 etiqueta eco costaba 14.000 euros menos… por lo que el Audi A3 sedán puede ser una alternativa para muchos.