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Verdades y mitos sobre conducir con la reserva del combustible

27/09/2021 12:30

Existen muchas leyendas acerca del mundo del automóvil y posiblemente una de las más extendidas hace referencia a conducir con poco nivel de combustible en el depósito pero ¿qué hay de verdad en esta afirmación? ¿Realmente tengo que preocuparme? ¿Se puede estropear el coche? En las próximas líneas intentaremos responder a estas preguntas de manera clara.

 

¿QUÉ ES LA RESERVA DE COMBUSTIBLE?

Es una pequeña cantidad de carburante, medida en litros o en galones, que contiene el depósito y que nos sirve para recorrer una cantidad de kilómetros determinada antes de que el coche se quede sin combustible. Dependiendo de la marca, modelo y años del mismo, por lo general, ese tramo de seguridad hasta el vacio se nos advierte con una luz, generalmente en color naranja o ámbar. En otras ocasiones  son una serie de rayas entre el último cuarto y el 0. 

La reserva como tal no se corresponde a un espacio estanco separado del principal que nos aporta un extra de kilómetros, sino al margen que nos da el fabricante para repostar a partir de un nivel de litros en el depósito: Si nuestro depósito es de 60 litros, posiblemente, una vez consumidos 50 ó 55 litros se nos avise de la necesidad de repostar, pero el espacio es único.

En el manual de usuario de nuestro coche encontraremos detallada la cantidad exacta de combustible que podemos cargar y, en muchos casos, cuántos de esos litros corresponden a la reserva.

 

¿CUÁNTOS KILÓMETROS PODEMOS RECORRER? 

La distancia que se puede recorrer con la reserva de combustible no es una medida exacta y va a depender tanto de la orografía del terreno como de las condiciones climáticas como de la forma de conducir de cada uno. Por lo general las marcas suelen dejar un margen con el que poder recorrer entre 50 y 120 kilómetros, en función de la mecánica y especificaciones del vehículo en cuestión.

Pensad que 10 litros en un Volkswagen Polo 1.9 SDI diésel dan para hacer más kilómetros que un Ford Mustang V8 de gasolina, con esos mismo litros. Dicho de otra manera, un coche pensado para el entorno urbano tendrá menos litros de reserva ya que se entiende que es más sencillo encontrar una gasolinera en la ciudad.

En los modelos más actuales el ordenador de a bordo también es capaz de darnos una estimación de cuántos kilómetros podemos recorrer, aunque son sólo una cifra orientativa, por lo que os recomendamos que os fijéis más en la aguja, que suele ser más precisa y, en la medida de lo posible, intentar no apurar.

 

¿SE PUEDE ESTROPEAR EL COCHE POR CONDUCIR EN RESERVA?

Esta respuesta puede ser afirmativa o negativa dependiendo del automóvil que utilicemos:

Vehículos antiguos: los coches antiguos, con más de 30 años, aún disponían de depósitos metálicos y cuanto más ‘seco’ estaba, más fácilmente se oxidaba y ese óxido terminaba obstruyéndolo. Por otro lado, los filtros tenían un tamiz demasiado grande o ni siquiera lo llevaban, por lo que se acababan produciendo daños en los carburadores y en otros elementos de la línea de alimentación, como la bomba de gasolina. También los primeros modelos en utilizar inyecciones electrónicas padecían averías derivadas de la obstrucción de los inyectores por las impurezas. Del mismo modo, el combustible ha mejorado su calidad. 

Vehículos modernos: actualmente los depósitos están fabricados en materiales compuestos, más resistentes al deterioro, y por tanto el hecho de circular con un bajo nivel de carburante no les afecta. Dicho esto, la sedimentación de la posible suciedad del combustible también ha de pasar por una serie de tamices más finos y por un mayor número de ellos, lo que asegura que no lleguen impurezas al motor. Quizás, el mayor problema al que podamos enfrentarnos sea un deterioro prematuro de la bomba de combustible si, de manera sistemática, forzamos a la misma a apurar hasta la última gota.

 

CONSECUENCIAS COMO USUARIOS

A día de hoy, y más ahora con la llegada de los coches eléctricos y el cuestionamiento de su baja autonomía, lo que demuestra es que, conducir con un bajo nivel de combustible nos afectará más a nosotros como conductores que al propio vehículo. Si a las situaciones de estrés derivadas de una conducción normal le añadimos la preocupación de quedarnos tirados hará que nuestro nivel de ansiedad aumente y disminuya nuestra concentración en la carretera porque estaremos pendientes de no quedarnos tirados. Es por ello que os recomendamos siempre ser previsores y realizar vuestros desplazamientos con suficiente margen. Obviamente existen circunstancias que harán que, en ocasiones, el coche entre en reserva, pero nada que deba preocuparnos, siempre que no se haga de forma habitual.

 

Por otro lado es importante apuntar que, cuanto más juguemos con la reserva de nuestro coche más posibilidades tendremos de quedarnos tirados en la carretera, con el riesgo que ello supone tanto para uno mismo como para el resto de conductores de la vía. Además la policía puede multarnos con hasta 200 euros.