¿Se acerca el fin de los árboles de levas?
Es posible que en un futuro cercano, los árboles de levas, encargados de empujar las válvulas del motor, desaparezcan para ocupar su lugar elementos digitales y actuadores que las pongan en funcionamiento sin necesidad de elementos mecánicos, con la consecuente ganancia en fiabilidad, costes y eficiencia.
En la actualidad los elementos que componen los árboles de levas, si bien tienen un diseño que se ha mantenido constante a lo largo de los años, están muy lejos de ser un objeto rudimentario. Hace tiempo que se han incluido sistemas que modifican la alzada de las válvulas –como los VTec de Honda– y la distribución de las mismas para un mayor o menor cruce de válvulas –sistema VANOS de BMW–.
Todo ello ya está implementado, pero es fácil imaginar cómo se simplificaría todo ello en el caso de que el árbol de levas fuese un actuador electrónico. Podría aglutinar los beneficios de estas tecnologías y, a la vez, simplificar el conjunto del motor. Esto es precisamente lo que ha desarrollado la empresa 'Camcon Automotive' y que ya está de pruebas en algunas universidades con resultados prometedores.
Como ellos mismos explican, el sistema creado consiste en un bloque de cuatro válvulas en el que cada una es actuada mediante un ''árbol de levas digital''. Ello permite una monitorización muy precisa tanto de la alzada como del cruce de fases, algo muy útil para las investigaciones que se llevan a cabo en las universidades, que permite reducir ostensiblemente el tiempo empleado en los experimentos e incrementar la consistencia de los resultados.
En palabras del profesor Hua Zhao, de la Universidad de Brunel, Reino Unido, donde su equipo lleva a cabo tareas de experimentación con sistemas motrices y combustibles: ''la flexibilidad y control que se logra permitirá que el desarrollo de la próxima generación de motores sea altamente eficiente y con un impacto medioambiental muy bajo''.
Y es que éste es el campo en el que ahora se encuentra aplicada esta tecnología, en la investigación. Un ejemplo de la rapidez que permite es que las válvulas pueden intercambiarse entre ellas individualmente, sin la necesidad de desmontar y reconstruir todo el conjunto de la parte del motor para realizar el ensayo.
La mecánica sobre la que se trabaja, por cierto, es del grupo Jaguar Land Rover, concretamente el motor Ingenium de gasolina y cuatro cilindros, con quienes llegaron a un acuerdo para la investigación y desarrollo para este trabajo.
El responsable de Camcon, Mark Gostick, es de la creencia de que los motores de gasolina todavía tienen cosas que demostrar y que todavía tienen que jugar una parte importante en la movilidad, con mecánicas cada vez más eficientes, simplificadas y baratas.
