TECNOLOGÍA

Refrigeración aire vs. agua: ventajas y desventajas

02/01/2021 18:30

Son dos los tipos de refrigeración que se han utilizado a lo largo de la historia de la automoción, ya sean por aire o por agua. La primera ha quedado ya relegada al pasado, pero no obstante, caben señalar las diferencias y ventajas que presentan un sistema frente al otro.

La función de un sistema refrigerador no es otra que la disipar el calor que toma lugar en el interior de los cilindros para que éstos no se fundan. Para ello, no hay otra forma de hacerlo que llevarlo hasta la atmósfera por medio de dos vehículos: aire o agua. Ambos se han utilizado mucho a lo largo de la historia, y presentan asimismo una serie de ventajas e inconvenientes que pasaremos a describir a continuación.

REFRIGERACIÓN POR AIRE

Como su propio nombre indica, en este caso el calor es tomado por el aire y expulsado de manera directa a la atmósfera. Para ello, el sistema precisa de un ventilador que proporcione un flujo de aire suficiente y constante, con el conjunto mecánico posicionado de tal forma que este flujo sea aprovechado de la manera más óptima posible.

Para traspasar el calor de las paredes de los cilindros al aire –es decir, por radiación–, es necesario que éstas tengan la mayor cantidad posible de superficie, por lo que presentan unas láminas de metal cuya única función es esa: incrementar el área efectiva para que el aire pueda tomar la mayor cantidad posible de calor.

Sus principales ventajas son la menor complejidad y la disminución de los riesgos derivados de utilizar un refrigerante, así como el menor peso del conjunto y el hecho de alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento de manera más rápida. Por contra está el ruido y la potencia absorbida por el sistema del ventilador, los problemas de manufactura de las láminas de metal y el hecho de no poder montar un sistema de aire acondicionado aprovechable.

Esquema del motor de un Citröen 2 CV

REFRIGERACIÓN POR AGUA

En este caso, los mismos cilindros están rodeados de una camisa con un espacio interno por la que circula el líquido refrigerante. De esta manera, el agua recoge todo el calor del conjunto cilindro–culata y lo lleva al radiador, donde es transferido a la atmósfera de una manera similar a la explicada en el apartado anterior.

En este caso, el sistema ventilador y la ausencia de láminas permite un conjunto más compacto. Además, otorga a la mecánica la posibilidad de funcionar con seguridad en un rango más amplio de condiciones. En cuanto a las desventajas, la principal es el aumento de peso que conlleva el sistema más el líquido refrigerante, un líquido que puede además verse afectado por las condciones atmosféricas si no se trata con cuidado, aparte de las fugas que pueda haber hacia el motor en caso de fallo mecánico. En definitiva, se ha de llevar un mantenimiento más exhaustivo.

Ejemplos del primer tipo ya no hay tantos, puesto que la inmensa mayoría de marcas se han pasado a la refrigeración por agua. Un ejemplo de ello es el Morgan 3–Wheeler, que recientemente anunciaba una última tanda de modelos especiales antes de pasar a mejor vida. Señalar también el revuelo que causó el 911 –996– cuando se decidió dejar de lado la refrigeración por aire y optar por agua.