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La increíble experiencia de 'copilotar' a Dani Sordo en un Hyundai i20 Coupé WRC

08/12/2022 10:00

'Copilotar' a Dani Sordo en un 'morlaco' del calibre del Hyundai i20 Coupé WRC no es algo que se pueda hacer todos los días, al menos en nuestro caso. Tuvimos la oportunidad de hacerlo el pasado domingo, en la 'casa' de la familia Sordo, el circuito La Roca, así que vamos a intentar describir cómo fue esta inolvidable experiencia.

El mejor resumen, como dije en el canal de Twitch de SoyMotor.com, se puede hacer con apenas cuatro palabras: "Ya me puedo morir". Cualquier aficionado a los rallies puede apreciar a pie de cuneta que estos 'World Rally Cars' eran –ya han cedido el testigo a los Rally1– auténticas bestias, pero desde dentro es aún más impresionante.

Esta unidad en concreto fue la que Oliver Solberg pilotó en la despedida de esta 'generación' de coches a finales del año pasado, en un Rally de Monza que vio al hijo del campeón del mundo de 2003 terminar en la quinta plaza. Para Dani fue una generación que le dio una 'segunda juventud', con dos victorias –ambas en Cerdeña, en 2019 y 2020– que se unieron a la de Alemania en 2013.

La seguridad siempre está en lo más alto de la lista, así que lo primero que hicieron desde Hyundai fue vestirnos para la ocasión: mono, casco, HANS… ¡hasta el 'intercom' funcionaba para hablar con Dani en plena faena! A partir de ahí, era como estar en una nube constantemente… e incluso el resto de compañeros se dieron cuenta de ello al momento.

Quizás lo que más ilusión me hizo fue, justo al salir del vestidor, con el mono ya puesto, ver cómo ponían el adhesivo con mi nombre en la ventanilla del coche. No sé cuántas fotos saqué en ese instante y desde cuántos ángulos diferentes, pero la galería del móvil empezó a pedir un 'respiro' en cuanto a almacenamiento. Comprensible.

Pequeño 'briefing', charla con Dani y a volar. "Písale como si fuera robado", le dije al piloto de Puente San Miguel, quien no pudo evitar sonreír mientras empezaba el procedimiento de salida. Y, como os podéis imaginar, los 380 caballos de potencia del i20 Coupé WRC, 'launch control' incluido, empujaban salvajemente desde el primer metro.

Poco después de la salida, el primer plato fuerte: un salto que nos hizo volar durante algunos metros… y en el aterrizaje, más duro de lo que me esperaba, me acordé de Carlos Sainz. El madrileño suele decir que los coches modernos han evolucionado muchísimo en cuanto a suspensiones, así que no quiero imaginarme el dolor de espalda después de un 1.000 Lagos de antaño. Los pilotos y copilotos de rallies son de otra pasta, está claro.

Después de esa primera recta vino un sinfín de frenadas tardías, derrapes, curvas al límite y hasta 'donuts' para terminar. Si algo me impresionó, además de la potencia y la capacidad de tracción a la salida de curvas lentas, fue la contundencia en la frenada y la manera de arrojar el coche hacia las curvas; es casi incomprensible que tanto el coche como los neumáticos aguanten sin 'despeinarse' unas cargas laterales de esas magnitudes.

Y, claro, para los que no estamos acostumbrados a este tipo de 'sacudidas', el cuerpo sufre. Tantos saltos y fuerzas G se notaban considerablemente en la espalda y el cuello al terminar, hasta llegar al punto de casi necesitar ayuda para salir del bólido –'Fer' Castaedo o Nacho Villarín pueden dar fe de ello, que estaban en primera fila–. Si ya tenía un respeto enorme por todos los pilotos y copilotos de rallies, ahora es aún mayor.

Me preguntaron mis queridos Tomás Slafer y Jorge Iglesias el pasado lunes si pasé miedo con Dani en el Hyundai. Mi único momento de duda fue justo antes de empezar, y todo tiene una sencilla razón: el coche, entre tanda y tanda, se quedaba mucho tiempo parado, y eso significa salir con neumáticos fríos. "Verás como se le vaya la 'pinza' a Dani en la primera curva", pensé.

Pero debo decir que quedé totalmente obnubilado con la facilidad que tienen estos Pirelli para entrar en 'calor'. En este caso llevábamos unos Cinturato RWB, óptimos para condiciones de mojado, y aunque el circuito estaba prácticamente seco –Sordo pidió cambiar a unos P Zero blandos poco después– cuando llegó mi turno de subir al coche, estos respondieron a la perfección desde la primera frenada.

Hay que tener en cuenta que el Mundial de Rallies pasa por todo tipo de superficies y condiciones, y además los coches suelen circular por carreteras abiertas al tráfico –enlaces– en algunas ocasiones, de modo que se trata del laboratorio perfecto para Pirelli en pos de optimizar su producto de calle. Al menos a mí me quedó claro el domingo que el rango de temperatura de uso del neumático es muy amplio, ya que pasa de 'cero a cien' en un instante.

Después de 'flipar' con el Hyundai, con los neumáticos Pirelli y hasta con la cercanía de Dani Sordo, también hubo tiempo para echar un vistazo a otros bólidos que se dieron cita en la Carrera de Campeones del circuito La Roca. Una carrera que, por cierto, ganó el joven Alejandro Cachón, quien se dejará ver por el Mundial en 2023. En definitiva, una experiencia inolvidable.