Se acabaron las consultas, llegó la hora de las reclamaciones

Este año comenzó con el 'acuerdo privado' entre Ferrari y FIA sobre lo que la primera debía abandonar en su motor, lo que no gustó a los equipos.

Pero las protestas y suspicacias se han multiplicado. Primero con el DAS de Mercedes, que la FIA, tras consultas, consideró legal, aunque ha modificado el reglamento para 2021 y ya no podrá ser –en teoría– usado. Y después sobre la legalidad del Racing Point, que los rivales consideran poco más o menos que un Mercedes W10 ‘repintado y rebautizado’, que la FIA consideró legal tras una visita a la fábrica que el equipo de Lawrence Stroll tiene en Silverstone.

Pero esta postura de la FIA ante ambos casos no ha gustado. Las explicaciones, pocas y genéricas, no han han gustado, convencido ni quizás interesado a muchos. Y ante ello sólo restaba el camino de las reclamaciones.

La de Red Bull contra Mercedes en Austria, que la FIA ya esperaba y pudo responder rápidamente, La 'flecha negra' es legal y ahora los austríacos parece realizan su propia interpretación. ¿Buscaban esta confirmación o la exclusión de Mercedes de la primera prueba? Quizás simplemente que lo declararan ilegal a partir de la fecha –como sucedió con el mass damper’de Renault– y Mercedes debiera realizar un sistema convencional a toda prisa. Más que restarle competitividad –los de la estrella afirman que no se gana mucho en prestaciones, aunque posiblemente sí en ritmo– lo que podía suponer es que el W11 se desestabilizara un poco, lo suficiente como para que Red Bull les alcanzara.

La de Renault contra Racing Point tiene mucha más enjundia, aunque esté centrada en el conducto de refrigeración de los frenos. Cabe recordar que Haas tiene este año problemas con la refrigeración de frenos porque se ha visto obligado a prescindir de los que le suministraba Ferrari y elaborar unos propios.

Aquí, la batalla es por todo lo alto. Racing Point parece estar, en lo que a rapidez se refiere, un poco por delante de McLaren y también por delante de Renault. Está en juego no sólo ser el mejor de 'segunda división', sino también el dinero que ello conlleva y el hecho de que Renault, como motorista, no quiere quedar por detrás de un equipo-cliente.

En realidad, la protesta de Renault no es tanto contra Racing Point como de evitar el retorno de los 'customer cars', habituales en la F1 hasta los '70, cuando escuderías y pilotos privados compraban coches del año anterior y resultaban mucho más competitivos y económicos que desarrollar coche propio y plantar cara a equipos más grandes.

La decisión es esperada con interés pro los dos implicados, pero también por Haas, que nació con una filosofía muy cercana a la de los 'customer cars'. Y por supuesto tendrá su influencia en decisiones que deben tomar Williams, Alfa Romeo e incluso McLaren, así como la dupla Red Bull-AlphaTauri.

Todo ello pensando ya en óptica 2022, cuando entren en juego las nuevas reglas técnicas.