Sainz, víctima del fuego amigo
Carlos Sainz parece haber atravesado una de estas complicadas situaciones este fin de semana. Y no me refiero a lo sucedido en pista –donde el madrileño se ha defendido bien, muy bien, hasta que el Toro Rosso dijo basta– sino por todo lo sucedido en el paddock sobre todo antes de la carrera.
Desde las palabras de Carlos pidiendo aparentemente a gritos ir a un equipo grande a las de Helmut Marko negando al madrileño la posibilidad de marcharse –"hemos ejercido la opción que teníamos sobre Carlos"– y teniendo palabras de 'advertencia' para él… aunque en el contexto global de la frase quizás no sea tan duro como unos titular podría reflejar, sino un toque de atención.
Es la presión de las redes sociales, algo relativamente nuevo en la F1, que amplifica todo, que añade presión y que a fuerza de repetir lo que desean para 'su' piloto, de buscar una salida a la altura de sus expectativas, acaban por creer que es lo que va a suceder. Basta cambiar una palabra, un tiempo de verbo, para que todo cambie. Y que al irse prodigando cambios sobre cambios el significado entre lo dicho y lo 'entendido' o 'transmitido' puede diferir bastante.
Ciertamente la 'rumorología ficheril' ha existido siempre. Ha levantado expectativas y ampollas, ilusiones y decepciones. Pero ahora todo se amplifica, es instantáneo, se vuelve incontrolable.
Un inicio de fin de semana duro, de presión, al que el madrileño ha sabido sobreponerse y replicar en pista con una buena calificación, metiéndose en la Q3, y una carrera a ritmo mucho más que aceptable cuando el motor se lo permitía. Y un fin de semana en el que Red Bull ha acabado confirmando a sus cuatro pilotos para 2018, sin cambios de formación... lo que seguramente habrá causado desasosiego en Pierre Gasly.
Entiendo que Red Bull no esté dispuesta a dejar marchar ni a Ricciardo ni a Verstappen. Tampoco a Sainz, pieza de recambio valiosa si alguno de los dos 'titulares' decide cambiar de aires a finales de 2019, el aparente límite de caducidad de contratos y opciones que podría desprenderse de palabras de Helmut Marko.
La 'impaciencia' de Carlos por disponer de un mejor coche es entendible e incluso encomiable; le lleva a dar lo mejor de sí mismo . Pero la intención de Red Bull de tener una pieza de recambio válida cara al futuro, es absolutamente legítima e incluso necesaria en su política.
Las relaciones en la F1 son siempre delicadas. Un desliz, una decisión errónea y estás fuera. Debes estar atento porque muchos ambicionan tu puesto y no te puedes permitir errores ni en la pista ni fuera de ella. Debes estar atento a tus 'enemigos' y en cierta forma hacer válida aquella máxima de 'que dios me libre de mis amigos, que a los enemigos ya los vigilo yo'.
"He visto como se ha desarrollado esta historia y estoy un poco sorprendido, pero estas cosas suceden en F1. He aprendido la lección y a partir de ahora todas estas cosas se quedarán en interno", dijo Sainz. Es consciente de que deberá prestar ahora mayor atención a las respuestas, porque lo indiscreto no es la pregunta, sino la respuesta.
