Motores 2021: ¿Vacilación o vacile?

Cuando se daba por hecho que los motoristas aceptaban el prescindir de la MGU-H, es decir el motor/generador eléctrico ligado al turbo, en aras de una simplificación y abaratamiento de los motores, ahora se dan marcha atrás en el tema. Los motoristas actuales han vuelto a poner sobre el tapete el MGU-H proponiendo su mantenimiento.

Personalmente, pese a que es la fuente de la mayor parte de problemas y averías de motor, también culpable del elevado coste de los propulsores, me gusta la idea del MGU-H. Es más: considero que es una tecnología interesante para los automóviles de cada día, especialmente para posibles 'eléctricos de autonomía extendida' amén de los híbridos convencionales.

Hay quien ve en ello una maniobra para 'impedir' o al menos dificultar la entrada de nuevas marcas. No desearían que un recién llegado les batiera. 

No creo que sea la única causa. Aston Martin -uno de los evocados-, nunca ha tenido un interés real, sino que más bien ha seguido el juego por intereses de marketing. Y a Porsche el MGU-H no debería asustarle porque el 919 Hybrid del WEC ya lo usaba y la reglamentación 'eléctrica' del WEC era asimismo de gran complejidad.

Quizás el razonamiento de los motoristas tenga en cuenta un aspecto clave y crucial. El ingente costo que podría tener el desarrollo de nuevos motores o grupo motorpropulsores, el prescindir del MGU-H y mantener los niveles de potencia real constante. Las cosas no son tan simples como usar el mismo motor con un 'turbo' normal.

Y sobre todo asusta el hecho de tener que afrontar la inversión de nuevos motores sin abandonar la continuidad en el desarrollo de los motores actuales durante 2019 y 2020. Por el contrario, usar el mismo motor daría continuidad a los trabajos.

Es cierto. De cara a 2021 no hay Pacto de la Concordia vigente. En teoría la FIA podría imponer las reglas que quisiera sin necesidad de consensuarlas… aunque con el riesgo de que algún motorista dijere basta. Así que esta estrategia de dar pasos adelante y hacia atrás, virar a la derecha y luego girar de nuevo a la izquierda tenga la finalidad de colocar a la FIA ante los hechos consumados.

Vamos tarde. Un nuevo motor requiere de dos a dos años y medio de estudio mínimo. Para 2021 estamos ya en tiempo de descuento, de prórroga… y si mucho me apuran de lanzamiento de penaltis. Y está claro que un nuevo motorista, que sólo saltará a la palestra cuando las normas estén redactadas con 'puntos y comas' e impresas en papel sellado, tendrá que trabajar mucho más contrarreloj, difícilmente estará preparado para afrontar el inicio.

Y ya podemos descartar un motorista independiente. Ni están ni se les espera. Simplemente, para ellos resulta imposible rentabilizar la inversión.

Así que la duda está en si los motoristas tienen vacilaciones en la elección de la solución idónea o bien intentan vacilar para imponer sus deseos o prioridades.