Lee Iacocca también era un hombre de las carreras

Pero pocos se acuerdan la influencia de Iacocca en el mundo de la competición, pese a no ser propietario de una marca ni mucho menos un ingeniero: lo suyo era ser un comercial y de marketing. Precisamente hay una frase que algunos le atribuyeron a Iaccoca: “Ganar los domingos para vender los lunes” que podría definir su filosofía deportiva, aunque fue pronunciada por uno de sus concesionarios, Bob Tasca, que tenía un equipo de carreras. Y además respondía a una realidad de los años 50, los primeros años NASCAR: cuando se hacía carrera en algún lugar pequeño, la marca ganadora notaba un incremento de las ventas en la zona.

Quizás algunos caigan en la cuenta de que Chrysler, bajo el mandato de Iacocca, compró Lamborghini y la firma italiana suministró entonces motores de Fórmula 1 entre 1989 y 1993 a nada menos que seis equipos: Lola, Venturi, Larousse, Lotus, Ligier y Minardi, obteniendo un solo podio con Lola.

Lamborghini tuvo incluso tuvo equipo propio, que sólo llegó a participar en 6 Grandes Premios de la temporada 1991, no clasificándose para la parrilla en los restantes de la temporada. Fueron años en los que el mítico Mauro Forghieri, un ingeniero que dio grandes triunfos a Ferrari, se encargó del equipo, bajo la dirección de Daniele Audetto, quien fuera excelente copiloto, estuvo en Ferrari y en varios equipos de Fórmula 1, siendo una de sus últimos papeles el intento de llevar patrocinadores al equipo español HRT.

No es casualidad que Lee representado por el actos Jon Bernthal– aparezca en el film 'Ford vs Ferrari' o 'Le Mans 66' –no sé con qué título se estrenará en España–, fue un gran protagonista, quizá la espoleta, que hizo posible el duelo entre Ford y Ferrari por la victoria en Le Mans.

Hijo de inmigrantes italianos, nacido en Pensilvania, Lee fue el artífice del intento de compra de Ferrari por parte de Ford. 'Il Grande Vecchio', estuvo de acuerdo por el gobierno italiano hizo de esta operación asunto de estado y Giovanni Agnelli mantuvo a Ferrari italiana bajo la tutela de Fiat.

Esta maniobra encolerizó a Henry Ford y Lee Iacocca puso en marcha un programa para derrotar a Ferrari en Le Mans. Rompía así una regla no escrita de la industria de la automoción americana: mantenerse fuera de la competición, dejando esta para los equipos privados.

Siguiendo esta estela, decidió apoyar el desarrollo de un motor Ford V8 destinado a Indianápolis… que habló con Lotus para que fuera a Indy y posiblemente fue uno de los que aprobó al programa del motor Cosworth, inicialmente para Lotus.

Pero volvamos a Lamborghini. Posiblemente compró Lamborghini por las mismas razones por las cuales Ferruccio Lamborghini, ex cliente de Ferrari, creó la marca del toro: luchar contra Ferrari. Revolucionó Lamborghini con el lanzamiento del Diablo y sobre todo porque modernizó el procedimiento de fabricación para plantar cara al Cavallino en el campo comercial… e intentó dar la batalla en el campo de la Fórmula 1.

Iacocca, con todo lo sucedido hasta 1993 se dio cuenta que no bastaba con ofrecer motores a equipos pequeños y que quizás tener equipo propio era excesivamente ambicioso. Así que imaginó una operación importante con un objetivo claro: hacerse con McLaren, en aquel tiempo el mejor equipo de la F1, y convertirlo en 'partner'.

Las conversaciones con Ron Dennis llegaron a un punto de acuerdo… justo cuando entró en escena Peugeot, de la mano de Jean Todt. Y Dennis se decantó por la marca francesa para 1994.

Un golpe que cerró por el momento las ambiciones deportivas de Ferrari y el interés de Chrysler por Lamborghini y acabó vendiéndola.