Jason 'Brandon' Priestley: sensación de correr, sensación de vivir

Desde este lado del Atlántico quizás se podría pensar en una acción de marketing típicamente americana: alguien famoso para atraer la atención del público local… porque Jason es canadiense, aunque tenga ya la nacionalidad americana.

Sin embargo, Priestley no era una figura invitada cualquiera. El actor estaba en su ambiente, en el que siempre ha querido estar. Jason, pertenece a esa saga de actores de Hollywood que adoran las carreras. James Dean, Steve McQueen, Frank Gardner, Paul Newmann y que ha tenido en Patrick Dempsey su último gran representante mediático. Y esta afición estuvo muy cerca de costarle la vida en un grave accidente en Indy Ligths, porque su sueño era competir en las 500 Millas.

La carrera deportiva de Prietsley pasó quizás más desapercibida porque comenzó en el mundo de los rallies.  En la primera mitad de la década de los 90 piloto primero un Honda CRX y después un Toyota Celica en las SSCA Pro Rally Series y en las Michelin Series en Estados Unidos. Incluso se permitió una incursión en el Mundial de Rallies en el Rally de Australia, donde corrió con la humildad de un novato. Lo recuerdo. Fue en 1995, con un Ford Escort Turbo de categoría N4 que llevaba el número 30 en la puerta; duro poco, porque en la tercera especial abandonó por un problema mecánico. En las dos primeras especiales fue 40º y 55º entre el centenar de participantes.

"No podía desaprovechar la oportunidad de correr competir en Australia. Cada vez que compites no sólo o haces contra los demás, sino también contigo mismo", nos dijo entonces a los periodistas presentes en Perth y explicó que actuar era más difícil que competir y también habló del accidente que sufrió en Seattle al perder el control de su coche: "Prácticamente lo único que quedó intacto del coche tras el vuelco fuimos los ocupantes", refiriéndose a él mismo y a su copiloto habitual Kevin Caffrey.

Pero ya entonces, al igual que era actor y llegó a dirigir algunos episodios de la serie. También en el automovilismo jugaba a ambas caras de la moneda. Además de correr en rallies apoyaba a su amigo Elton Julian que corría en Indycar… y quizá por eso fue comentarista y entrevistador en algunas carreras de la IRL –eran los años de batalla entre la IRL promovida por Indianápolis y la CART, promovida por los equipos– para la cadena ABC.

En 1996, Jason decidió pasar a los circuitos. Primero dos temporadas IMSA y otras competiciones como en la Serie del Rally de California en 1991 con un Ford Mustang, con el que obtuvo su primera victoria en 1998 en Mid Ohio.

Y en 1999 decidió dar el salto, a lo que ahora conocemos Indy Ligths, entonces las Infiniti Pro Series, con un coche de Kendall Racing. El sueño se quebró en el ovalo de Kentucky el 11 de agosto de 2002, donde se fue contra el muro exterior a unos 290 kilómetros/hora y salió rebotado hacia el muro interior. Fue trasladado en avión al Hospital Universitario de Lexintong donde se le apreciaron fracturas en ambos pies, fractura espinal no paralizante, fractura de nariz, laceraciones en la cara y conmoción cerebral.

Uno de sus rivales en aquella carrera debía ser Ed Carpenter, el poleman estos dos últimos años en Indy y canadiense como él, Carpenter vio el accidente en su retrovisor y explicó que posiblemente el coche de Prietsley había resbalado sobre una mancha de aceite. Jason estaba en aquel entrenamiento muy competitivo; el día anterior, en este mismo escenario, había sido segundo tras A.J. Foyt IV, nieto del mítico A.J. Foyt, el hombre más galardonado de la Indycar.

El accidente no disminuyó su pasión por las carreras. Cinco años después se reunió con Tom Kelley, el propietario de Kelley Racing, preparador del coche con el que sufrió el accidente, para fundar Rubicon Racing, con el objeto de hacer un coche comenzando por las 500 Millas; el coche estaba preparado por Sam Smith, de quien ya hablamos en otro artículo, y el piloto elegido fue Max Papis, pero no se calificaron para la carrera.

Jason no se rindió. En 2010 fundo FAZZT Racing y eligió a un canadiense como piloto, Alex Tagliani, pero el equipo fue adquirido en 2011 por Sam Smith.

Por eso Jason se paseó en Toronto por el paddock como si fuera su casa. Posiblemente hacía tiempo que no lo había hecho, pero su amor a las carreras sigue intacto.

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