Fallece Johnny Dumfries a los 62 años: el piloto ovejero más rico de la F1

Hace varios años me sorprendió cuando en la lista de los pilotos más ricos de la F1 vi su nombre en primer lugar de la misma, con un patrimonio de esos que uno no concibe imaginar. En 2021, Sunday Times le daba como la 5ª fortuna del deporte británico, con un patrimonio personal de 110 millones de libras, unos 140 millones de euros. Hoy, Lewis Hamilton le ha superado claramente.

Pero Johnny no se apellidaba Dumfries, sino Chriton-Stuart, miembro de una de las familias de más rancio abolengo de la aristocracia, terratenientes escoceses. Era Conde de Dumfries, una zona próxima al fiordo de Solway, cuya otra orilla es galesa y el nombre procede del gaélico-escocés, y tomó el título por apellido para correr de incógnito frente a la familia... aunque su primo Charles Chriton-Stuart, que había destacado en F3 –corrió en Montjuic–, le apoyó y facilitó contactos.

Cuando se inició en el automovilismo lo hizo por voluntad propia, sin ayuda familiar. Trabajó como pintor y decorador y también conduciendo una furgoneta para el equipo Williams, un trabajo que le proporcionó su primo Charles. Charles -que falleció de un infarto hace unos años- tenía gran relación con Frank Williams y fue considerado en su momento como uno de los grandes 'caza patrocinadores' en su época y tuvo bastante que ver con la llegada de Saudia y otros patrocinadores árabes al equipo, amén de ser amigo de Alan Jones.

Jonny comenzó a correr en FF1600 con un Ray en 1983 y pronto se dio a conocer. En 1984 fue campeón británico de F3, cuando el 'British' era un gran referente. Ello le valió ser probador de Ferrari en 1985 y aunque sus resultados en F3000 no fueron buenos, Lotus le abrió las puertas de su equipo en 1986. Sufrió la confrontación con Senna y en 1987 paso a competir con Sports, ganando las 24 Horas de Le Mans con Jaguar en 1988.

Tras retirarse de la competición pasó a ocuparse de los negocios familiares. A la muerte de su padre heredó el título de Marques de Bunte, una pequeña isla escocesa donde la familia tenía una gran finca, Mount Stuart, de 53.000 hectáreas –214 kilómetros cuadrados ó 214 millones de metros cuadrados–. Una isla a la que se sentía particularmente ligado y en la que pasaba la mayor parte de su vida, por lo que los amigos le llamaban Johnny Bunte.

La familia emitió un comunicado en el que decía: "Echaremos mucho de menos el espíritu indomable y la energía que Johnny trajo a su vida, y la inmensa calidez y amor con que abrazó a su familia".