El Mundial de Rallies, en busca del rumbo perdido

Mientras se ha hecho ya oficial que los Rally2 no tomarán puntos para su campeonato en la 'Power Stage' –dado que el orden de salida favorece a unos más que a otros porque siempre hay dos o tres que salen delante de los Rally1 y los otros, detrás– circulaba en Japón un rumor que es más propio del 'Día de los Inocentes' o del 'Poisson d'Avril', mucho más allá de una 'fake news'.

La idea –que Autosprint relata en su crónica de Japón– que se habría puesto sobre el tapete no tiene que ver con dar más protagonismo a las 'asistencias remotas' para permitir mejores recorridos a la prueba, como ya hemos dicho. La idea que se suscitaba era concluir el formato tradicional de los rallies el sábado tras la segunda etapa, con 18 puntos sólo al ganador. En contrapartida, cuatro Power Stage independientes el domingo, con cinco puntos al ganador de cada una de ellas, es decir hasta 20 puntos si alguien gana las cuatro.

Es más, 'sotto voce' se insinuaba que la Comisión de Rallies está tan por la labor que ha trasladado la propuesta para el próximo Consejo Mundial. ¿Realidad o 'boutade'?  Espero que lo segundo.

Me ha recordado a los tiempos en los que Bernie Ecclestone y Max Mosley hicieron propuestas locas para la F1, en un intento de mejorar el espectáculo.

En ambos casos hay un denominador común. O dos, porque parece que la servidumbre a la televisión está siempre presente. Pero sobre todo la total confusión que tienen los rectores de la FIA y de la especialidad sobre cómo debe ser la misma para recuperar el favor de marcas –primordial– y público. Las dos cosas, además, van de la mano.

Me parece una propuesta propia de una de esas 'reuniones locas' en las que los directivos plantean sus ideas más alocadas y ocurrencias para ver si 'aparece una luz' al final del túnel.

La física, cuyas leyes condicionan el automovilismo, nos dice que a cada acción corresponde una reacción. Y por tanto, antes de emprender una acción hay que tener en cuenta los efectos adversos que podrían generar.

Y lo tengo claro. La propuesta va en contra de los rallies. Convertiría el WRC en un campeonato mixto, entre 'rallysprint' y 'montaña'. Parece que están más perdidos que los 'dakarianos' en el Teneré, en la época que se navegaba con brújula y compás. Y en esa época todos tenían muy claro que cuando uno se perdía, la solución no era en encontrar un rumbo que les devolviera a la pista, sino dar media vuelta y regresar al último punto de referencia claro para volver a empezar.

Hay una máxima en la vida que hay que tener muy presente: los experimentos, con gaseosa. Es decir, no probar el primer 'acudit' que se nos ocurra, sino pensar y reflexionar las cosas.