El coche más raro que he probado: el MDI a aire compromido

Releyendo un artículo de Pablo García sobre los motores más extraños que llegaron a producción, recordé a un personaje muy curioso del mundo de la motorización: Guy Negre, que intentó hacer un motor de Fórmula 1 sin válvulas… y de paso me acordé de MDI.

Negre fue el primer motorista de Fórmula 1 que realizó un motor prescindiendo de las válvulas. No sólo era un motor W12, con tres filas de cuatro cilindros, sino que no disponía de válvulas propiamente dichas. La admisión y el escape estaban confiados a unas válvulas rotativas, un sistema de admisión que había sido y era popular en los motores de moto de 2 tiempos.

El motor debía estar listo para debutar en 1990. Guy Negre, que había trabajado en Renault, vio una oportunidad cuando la FIA decidió prohibir los motores turbo.

Negre pensó en la arquitectura W12 porque permitía un motor corto, no excesivamente ancho, de cilindrada fraccionada. No fue el único porque Franco Rocchi, ex Ferrari, también pensó en lo mismo.

Pero entre ambos motores había una diferencia capital. Rocchi buscó un motor de cinco válvulas por cilindro, pero Negre pensaba que el uso de árboles de levas limitaba el régimen de rotación del motor y por tanto la potencia. Así que decidió prescindir de las válvulas: era un eje rotativo el que, gracias a un adecuado perfil, abría y cerraba los flujos de aire y gases…. y de esta forma se podrían alcanzar las 12.500 revoluciones por minuto y los 640 caballos de potencia.

El objetivo parecía ambicioso cuando se planteó, pero en el momento de la verdad Renault logró superar ese régimen y alcanzar 20 caballos más con su V10 de inyección directa.

El motor de Negre nunca funcionó bien. Fue instalado en otoño de 1989 en un chasis Norma de grupo C, ya que ningún constructor de Fórmula 1 confió en él. Pero Norma quería correr Le Mans y un cambio de reglas le obligó a prescindir del motor Cosworth, así que se agarró al motor que le ofrecía Negre a buen precio, aunque no funcionó, lo cambió pronto por un motor Alfa Romeo de 3 litros y ahí acabó la historia de MGN.

Conocí a Negre muchos años después de su fallido motor de Fórmula 1. Cuando estaba enfrascado en un nuevo invento aún más sorprendente: un motor que funcionaba por aire comprimido, sin combustible alguno.

Aprovechando que debía ir a Montecarlo -no recuerdo si para el Rally o para la F1, aunque creo que fue coincidiendo con este- me acerque a una pequeña localidad cercada a Niza donde estaba MDI. Detrás de esta empresa estaba Guy Negre.

La idea era la de conseguir un coche 'absolutamente verde' y que no fuera eléctrico. El motor funcionaba gracias a la fuerza/energía almacenada en aire comprimido. De hecho, la idea tiene algunas similitudes con las de un motor de explosión. En ambos casos es la expansión de un gas a presión la que mueve el pistón del motor. La diferencia es que el motor de explosión consigue esto por la combustión de aire y gasolina o gasóleo: se crean muchos gases y por tanto aumenta la presión en el interior del cilindro y la temperatura generada multiplica esta presión y por tanto mueve el pistón. En el motor de aire es el aire comprimido procedente de unos depósitos donde se conserva a alta presión, unos 350 bar, el que obliga al pistón a moverse.

Un aire comprimido que había que recargar en la las bombonas mediante un compresor o desde un gran depósito; una operación que era mucho más rápida que la recarga de baterías y por supuesto el peso del conjunto era notablemente inferior.

Tata creyó en la idea y se convirtió en propietaria de la misma. Ideó un vehículo pequeño con esta tecnología, incluso una versión híbrida, con un pequeño motor térmico, para ganar autonomía sin depender de poder recargarlo de aire comprimido. La estética me recuerda a la del Tata Nano, podía alcanzar los 110 kilómetros/hora y tenía 200 kilómetros de autonomía. Pero también un coche de movilidad personal que se mostró en el Salón de Ginebra de 2009, el MDI AIRPod.

El coche ideado por Guy Negre era una suerte de monovolumen bastante sencillo, con un chasis multitubular, creo que de aluminio, y carrocería de fibra de vidrio. Los asientos, por ejemplo, estaban modelados en PVC y eran más o menos fijos. Parece que la idea era la realizar un taxi. Es el que tuve la ocasión de conducir con el propio Negra al lado.

Su idea era clara: para que fuera factible, la ecología debe estar al alcance de todo el mundo.

Ah, no es una idea revolucionaria en si misma. Ya en 1880 funcionaron en algunos lugares tranvías accionados por aire comprimido. Y también se ha utilizado este sistema para algunas locomotoras que trabajaban en minas o en la excavación de túneles como el de San Gotardo. No deje de resultar cuanto menos curioso.

¿Qué me pareció?  Tres o cuatro kilómetros no dan para mucho, pero era cuando menos curioso y silencioso, muy tranquilo en lo que aceleración se refiere. Pero bueno, era todavía un prototipo, y todo lo nuevo requiere su periodo de adaptación.