Dakar: De los circuitos de F1 al polvo del desierto

29/12/2017 09:26

En Estados Unidos no sorprende ver a los grandes pilotos de Indy o Nascar disputando carreras de otras especialidades, ni siquiera la famosa Baja 1000, antes Baja California, aunque cada vez son más escasos los que lo hacen.

Pero en el ambiente europeo, desde hace casi 30 años, se hace extraño ver a un piloto de Fórmula 1 disputando pruebas de otras categorías; como mucho, una vez abandonada la F1. Es cierto, para la mayor parte de aficionados Fernando Alonso ha roto esta racha al alinearse este año en Indy y hacerlo el próximo al menos en las 24 horas de Daytona y Le Mans… aunque Nico Hülkenberg hace un par de años también combinó F1 y Le Mans. Muchos olvidan los ejemplos de Kimi Räikkönen y Robert Kubica, corriendo en F1 y rallies. Y este mismo año Brendon Hartley ha tenido que enfrentarse a un auténtico 'tour de force' entre F1 y WEC: ocho carreras en ocho semanas consecutivas.

Ahora, con el Dakar a las puertas he recordado la cantidad de pilotos de F1 –ex pilotos en casi todos los casos– que han disputado el Dakar. Es cierto, los 'rallymen' han sido mucho más numerosos y han acumulado muchas victorias en la prueba-aventura por antonomasia. Pero, para ello, el salto de los rallies a las pistas parece como algo mucho más natural y normal. Pero lo cierto es que los exF1 han sido asimismo muy numerosos, sobre todo en los primeros años cuando los 'ralleymen' tenían el problema del solapamiento del final del Dakar con el inicio del Montecarlo. E incluso lo han ganado.

Todos piensan inmediatamente en Jacky Ickx, ganador de Grandes Premios, señor de Le Mans y una victoria en el Dakar, en 1983, mientras otras dos le fueron, como el que dice, robadas, la de 1984 por su compañero René Metge –Porsche–, y más adelante la famosa moneda lanzada por Jean Todt, director entonces del equipo Peugeot, que decantó el triunfo para Ari Vatanen. Ickx es un tipo curioso, prendado del Dakar. Tanto que una vez finalizada su participación profesional en la prueba la afrontó en solitario y sin asistencia –fue un placer hablar con el en solitario en pleno desierto en un rincón apartado del campamento mientras reparada su Toyota a la tenue luz de la linterna que llevaba sujeta en su cabeza. Y otra llevando de copiloto a su hija Vanina, "una experiencia que recomiendo a todos".

Muchos dirán que no hay otro piloto que haya corrido en F1 y ganado el Dakar. Se equivocan: está Jean-Louis Schlesser, ganador de dos Dakar consecutivos –1999 y 2000– con los buggies que él mismo construía. Es cierto, Schelesser pasó de refilón por la F1, como probador de Williams y sólo disputó un Gran Premio –11º en Monza– y no se calificó en otros cuatro.

Quizás el ex F1 más curioso de los que haya tomado parte en la prueba es el gran Maurice Trintignant, que en 1982 decidió desempolvar el casco para enfrentarse a la aventura. 

El último en hacer frente a la aventura ha sido el chileno Eliseo Salazar, hace un par de años. Eliseo es conocido en F1 por aquel 'combate de boxeo' con Nelson Piquet, cuando colisionó con el brasileño que entonces estaba en la cima de la F1. Y quizás los aficionados españoles más veteranos lo recuerden como rival de Emilio de Villota en la Fórmula Aurora, aquel campeonato de F1 que se disputó en Gran Bretaña.

El primer expiloto de F1 que afrontó el Dakar fue Henri Pescarolo, uno de los pilotos más polifacéticos de la historia, habitual de los Grandes Premios en los 70, ganador de Le Mans, constructor, incluso disputó el Rally de Montecarlo. Tras él casi todos los pilotos franceses de la época –que eran muy numerosos en F1– afrontaron la prueba. Jean Pierre Jaussaud, Jean-Pierre Jabouille, Patrick Gaillard, Jean-Pierre Jarier, Philippe Alliot, Jacques Laffite e incluso Patrick Tambay. Y más recientemente con Paul Belmondo.

La mayor parte de ellos corrieron el Dakar cuando la prueba era un 'asunto francés' y las preparaciones artesanales, de preparadores especializados, antes de que las marcas se implicaran a tope en la especialidad.

También disputó el Dakar otro piloto que, como Ickx, brilló más en Le Mans que en la F1, se trata de Jochen Mass, que fue oficial de Porsche.

Y también el posiblemente más polifacético piloto de la historia, el británico Vic Elford. Su paso por la F1 fue rápido y sin mucho relieve –tampoco el Cooper Maserati o el BRM lo permitían– pero un cuarto, dos quintos y un sexto puesto en 13 Grandes Premios no está mal. Pero su gesta, de detenerse en el GP de Francia para sacar a otro piloto accidentado de las llamas de su coche le valió la más alta condecoración francesa. Elfond logró grandes resultados en Resistencia con Porsche y también con la marca germana logró éxitos en rallies, por ejemplo ganar el Rally de Montecarlo. Además disputó pruebas de la CAN-AM e incluso en Nascar y TRANS-AM. Después fue director deportivo del equipo ATS de F1 primero y después de Renault-Jeep Estados Unidos.

Una relación más amplia de lo que muchos posiblemente han pensado nunca. Aunque la mayor parte de ellos se centre en años en los que un piloto de F1 también lo era de resistencia o de alguna otra especialidad.

Mención aparte merece Clay Regazzoni. No tanto por el hecho de ser expiloto de F1 sino por afrontar el Dakar desde la dificultad añadida de su paraplejia, consecuencia de un accidente en Long Beach.

Clay se inició en el Dakar con un 4x4, pero rápidamente paso a los camiones, debiendo ser izado al mismo con una pequeña grúa. Fue el primer gran ejemplo de superación de los muchos que nos ha dado el automovilismo.

Y ya que hablamos de camiones, podemos citar a Jan Lammers, que disputó el Dakar sobre camiones. Ha sido uno de los hombres clave del equipo Ginaf en 2014, 2015 y 2016.

Y no quisiera acabar sin hablar de Ukyo Katayama, el piloto japonés que, tras seis temporadas en F1 y varias participaciones en Le Mans, se convirtió en un especialista de deportes-aventura o desafío. Además de disputar tres veces el Dakar (2000, 2005 y 2007), Katayama fue ciclista profesional en Japón y alpinista: ha subido al Everest, ha coronado varios picos del Himalaya o el McKlinley en Alaska y estuvo a punto de morir subiendo al Monte Fuji a -25º; fue rescatado por un helicóptero de la policía pero dos de sus compañeros no tuvieron tanta suerte.

Si quieres leer más entradas de blog como ésta visita nuestro Flipboard