Cuando el compañero y el equipo son claves

15/09/2018 10:07

En la noche de Marina Bay, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel saben que necesitan y mucho a sus compañeros. Se inicia la fase final del campeonato, el último tercio, y cualquier punto sumado o arrebatado al rival es clave para todos los aspirantes.

Las órdenes de equipo estarán a la orden del día. Y son claras. Kimi y Valtteri deben dejar pasar a sus compañeros y cerrar el paso al rival tanto como puedan. No sólo apoyar al líder, sino también puntuar pensando en clave Mundial de Constructores.

Es cierto que aún son seis los pilotos que aspiran matemáticamente a la corona, pero Max Verstappen y Daniel Ricciardo necesitarían no uno, sino muchos milagros. Y Valtteri Bottas y Kimi Räikkönen tampoco tienen opciones reales.

En 2017, los dos aspirantes al título llegaron a Singapur como dueños de su propio destino, separados por apenas tres puntos. Hoy, la diferencia es diez veces mayor: 30. Es cierto que los dos aún dependen de sí mismos, pero si Hamilton gana aquí, Vettel estaría obligado a ganar el resto de carreras y que Lewis no estuviese en el podio en alguna ocasión.

En ese sentido, cualquier punto que Bottas 'arrebate' a Vettel será clave. Cualquier punto que Räikkönen impida que sume Lewis, clave y media.

Los tácticos de Ferrari y Mercedes enloquecerán, como quien dice. No deben tener en cuenta sólo al gran rival, sino también color de forma adecuada a su segundo hombre y vigilar al segundo piloto del equipo rival.

Pero antes hay que solventar el problema de la sesión de clasificación. El más mínimo problema en Singapur visos de tragedia, salvo que los coches de seguridad decidan lo contrario.

Tanto Bottas como Räikkönen saben perfectamente qué tienen que hacer. No necesitan órdenes ni insinuaciones o consignas. Son profesionales.

En cualquier caso, Vettel –y se aplica lo mismo con Hamilton– no debe precipitarse y guardar la calma. Kimi no es el rival. El alemán tiene razón al decir que él mismo es su peor enemigo. Buena parte de la ventaja que le lleva Lewis se debe a sus regalos.