Leclerc ha destrozado a Vettel en Baréin

01/04/2019 13:03

Pocas veces salimos de un Gran Premio de Fórmula 1 pensando que el gran triunfador es un piloto que no ha ganado la carrera. Charles sí ha ganado cosas que son mucho más importantes que un trofeo grande: se ha ganado el respeto de sus rivales y ha confirmado las esperanzas que teníamos todos de que podía formar parte del club de los grandes. Entrará en ese club. Ha confirmado todas las sospechas que teníamos, mucho antes incluso de lo esperado.

Quizá la etiqueta de 'pobrecito' hay que colocársela a otro piloto: Sebastian Vettel. Lo pasará muy mal. Lo ha pasado muy mal en Baréin, pero creo que lo pasará muy mal durante toda la temporada. Se podía ver en el lenguaje gestual de Sebastian, que ya intuía lo que le espera este año, lo que puede perder si se confirma definitivamente esta nueva tendencia.

Leclerc lo ha destrozado a Vettel en todo. Charles le ganó en los Libres 1, en los Libres 3, en la Q1, la Q2 y la Q3, y luego le volvió a ganar en la carrera. Vettel estuvo por delante en los Libres 2 y en la salida, en la que sí estuvo mejor que Charles. Pero pese a salir peor y verse detrás, Charles tuvo la compostura para levantarse sin que le temblara el pulso. Eso hace que tenga mucho más mérito. Se merecía la victoria en este Gran Premio. Charles ha ganado muchos enteros y Sebastian ha perdido muchos.

Esta situación no es nueva. Vettel vivía en una situación de máximo confort con Kimi Räikkönen, pero ahora eso ha cambiado. Sebastian lo pasó mal en los primeros años de Red Bull con Mark Webber, luego lo pasó mal con Daniel Ricciardo –por eso no lo quiso ni en pintura en Ferrari–. El año pasado hizo una temporada titubeante y perdió poder en Ferrari, y no ha podido defenderse de que el equipo subiera a Charles Leclerc. Y ahora Leclerc no sólo es una realidad, sino que es una pesadilla.

Al margen de no tener ritmo y perder contra su compañero, Vettel también perdió en una pelea con el Mercedes de Lewis Hamilton. No estuvo a la altura. Sólo el Ferrari de Leclerc mantuvo a raya a los Mercedes, porque Vettel no pudo contenerles. Lewis le volvió a ganar en el cuerpo a cuerpo –no nos hemos olvidado del GP de Italia 2018– y entonces ocurrió: Vettel cometió un error, un trompo con el que echó por la borda el podio.

 

Sebastian Vettel es un grandísimo piloto, siempre que no esté bajo presión. Cuando está bajo presión, comete errores. Y ahora le presionan tanto los Mercedes como su propio compañero, y por eso falló en Baréin. Y puede que no sea el último susto del año. La prensa italiana se acordará de Sebastian Vettel, al margen de criticar la falta de fiabilidad y que Ferrari haya tirado a la basura un doblete. La imagen del tetracampeón en Baréin fue bastante triste.

He titulado mi columna en El Mundo con 'El Rey ha muerto, viva el Rey'. Es lo que ha pasado en Ferrari. Ferrari tiene un nuevo rey, uno que es joven y que todavía no ha ganado nada –llamémosle Príncipe por ahora–, pero el antiguo rey ha perdido muchos puntos en apenas dos carreras.

La realidad es que Ferrari ha resurgido después de los problemas de Australia, aunque aun así no ha podido evitar un nuevo doblete de Mercedes. Valtteri Bottas sigue líder del Mundial y ahora tiene a Hamilton a tan sólo un punto. Estos puntos perdidos son los que luego le vienen a uno a la mente al final de la temporada. Ojalá que Ferrari sea muy fuerte en China, pero todo indica que la guerra de ingeniería por evolucionar el coche rápido será capital y que el desenlace del Mundial dependerá en buena medida de ella.

Si Leclerc ha sido el héroe sin victoria, la otra gran sorpresa de la temporada está siendo McLaren. McLaren ha cambiado de forma radical. Debo confesar que ni me esperaba ni pude pronosticar que mejorasen tanto, porque venían de un coche que había sido un auténtico desastre y habían optado por cambiar por completo el concepto del monoplaza.

Que Carlos Sainz se clasificara a una décima del Red Bull de Max Verstappen habla muy bien de McLaren, además de hablar muy mal de Red Bull. No sólo por esa décima, también porque el ritmo de carrera fue muy bueno. Que Carlos se pegase codo a codo con Max Verstappen en las primeras vueltas es un sueño hecho realidad. Ojalá perdure en el tiempo y McLaren siga introduciendo evoluciones para mantener este ritmo, porque quién nos hubiera dicho hace unos años que veríamos a McLaren peleando en pista con Red Bull.

Viendo que Lando Norris terminó sexto, no quiero ni pensar qué hubiera pasado si Carlos no se hubiera tocado con Verstappen, si no hubiera reventado ese neumático, si hubiera conseguido pasar al holandés, si le hubiera dejado unos centímetros más para que Max no fuera al contacto y saliera mal parado el español. Hubiera estado ahí, quizá hubiera estado cuarto. Quizá habríamos estado sufriendo con el coche de seguridad, pidiendo que lo retiraran para que le ganase la posición a Leclerc, soñando así con el primer podio de Carlos. Pero soñar es fácil y hacer las cosas es más difícil, y en dos carreras, dos abandonos. Pero queda mucho camino por delante. Van por el buen camino y creo que McLaren puntuará de forma consistente en las próximas carreras, y que Carlos también será más fuerte que Lando de forma regular.

Dentro de la amargura del resultado final, nos quedamos con la sensación de que McLaren puede estar ahí. No sólo por lo que vemos en la pista, también porque sabemos que James Key ha empezado a trabajar como director técnico y que Andreas Seidl se incorporará pronto. Ésta no es la temporada de McLaren, la temporada de McLaren es 2020 o 2021. Si siguen esta senda, es probable que puedan regresar al lugar del que no debieron salir.