Siempre debes jugar limpio cuando tienes las cartas ganadoras

DONDE HAY POCA JUSTICIA ES UN PELIGRO TENER RAZÓN –QUEVEDO–

Otro tema es que en cada incidente de carrera haya que distinguir entre culpable y víctima, sancionar en consecuencia y por consiguiente estar de acuerdo y aceptar la sanción si la hay.

A veces se considera lance de carrera y no hay sanción. Otras, como ésta, se decide quién tiene la culpa y se le sanciona, aunque la penalización termine, como en este caso, sin servir de nada. No sólo no reparó ni compensó a la víctima por el daño recibido, sino que además el sancionado salió indemne y muy beneficiado. Seamos honestos, no es la primera vez que esto sucede. El reglamento hace tiempo que está hecho así. Cuando una norma no termina de funcionar o ser justa, ésta debería cambiarse… pero no suele hacerse. Ya lo dijo Trasímaco: lo justo no es otra cosa que la lo que le conviene al más fuerte y a Michael Masi, sus compañeros y superiores en la FIA –como antes sucedió con sus antecesores en sus mismos cargos–, parece que no les interesa o simplemente no se atreven a cambiarla. Así que, casi cada vez que hay un incidente, nos vemos en las mismas. Los pilotos no son culpables de esto, pero tampoco tienen un criterio común ni hacen fuerza para que esto cambie, no parecen interesados en ello.

HAY GANADORES, HAY PERDEDORES Y HAY PERSONAS QUE AÚN NO HAN APRENDIDO A GANAR

Tanto una cosa como la otra no van a evitar que parte del público vea la maniobra de Hamilton como sucia, eso es aparte. Si, además, la sanción no evita que recorte 25 puntos a su rival por el título, al que termina de echar de la pista, mucho más.

Lo más curioso de todo es que, cuando Hamilton adelanta después a Leclerc, el monegasco le deja básicamente el mismo hueco que Verstappen, pero en esa segunda ocasión Hamilton sí se ciñe al interior, sin desenlace erótico-festivo.

Lewis y Max son ambos lo que en los estudios de animales sociales, como el lobo, se denomina macho alfa. Este término se usa para referirse al individuo con mayor rango en una comunidad de animales. Y como le decían a Duncan MacLeod, sólo puede quedar uno. Hay veces que en un Campeonato Mundial de Fórmula 1, tal y como suele suceder en los westerns, se llega a un punto que el 'pueblo' no es lo suficientemente grande para los dos, en este caso la curva de Copse.

Si me he molestado en ver los Grandes Premios de los últimos tres o cuatro años ha sido por Verstappen y creo que no he sido el único. Al fin y al cabo, es el único que disputa la victoria a Hamilton a la mínima oportunidad que se le presenta. Bottas es lo que es y tiene asignado el rol que tiene, no puedes esperar que le plante cara al de Stevenage. Ferrari sigue más diluida que una horchata de tetrabrik y, por tanto, sus pilotos poco pueden hacer. Al resto de equipos y pilotos no merece la pena molestarse en considerarlos rivales de Mercedes AMG, no tanto por la calidad de los pilotos en algunos casos, sino más bien por el desempeño de sus monoplazas.

Lewis Hamilton lleva siete años prácticamente sin rival que le desafíe hasta el punto de hacerle desesperar, sin pelear verdaderamente cuerpo a cuerpo, al menos hasta la llegada de Max y la disponibilidad de este de un coche para hacerle frente con cierta garantia. Sólo podría considerarse que Rosberg le hizo sudar en 2016, si bien muchos aficionados jamás reconocerán ni esto a 'Britney'.

Siempre habrá quien opine que Hamilton sí ha peleado cuerpo a cuerpo y que, como todos, unas veces ha ganado y otras ha perdido. A pesar incluso de que con su compañero, el único de la parrilla con las mismas armas y en la mejor posición para hacerle frente, salta a la vista que siempre hubo directrices internas para saldar rápidamente supuestas luchas entre ambos, en caso de que las haya.

Este año, el piloto holandés de Red Bull ha logrado, por fin, interrumpir esa paz en la que vivía un Hamilton poco acostumbrado en los últimos siete años a remontar tras una mala clasificación, después de un error en la salida o con cualquier contratiempo en un fin de semana de Gran Premio.

Hemos tenido algún desencuentro rueda a rueda esta temporada entre Hamilton y Verstappen, pero en Silverstone ha sido la primera vez que han tenido contacto. Dicen que el roce hace el cariño, pero en cuanto un equipo y su piloto estrella, han conseguido plantarles cara, tanto Lewis Hamilton como Toto Wolff parece que se han puesto nerviosos, cada uno en su faceta.

HABLAR DE VIRTUD ES POCO; PRACTICARLA ES TODO –REFRÁN–

Uno no puede evitar una sonora risotada cuando lee que Toto Wolff afirma que Hamilton es un piloto limpio porque no ha tenido incidentes en los últimos años.

Wolff no debe recordar por ejemplo los siguientes encontronazos de su piloto estrella en la pista, por ejemplo, cuando durante el Gran Premio de Baréin en 2008 embistió a Fernando Alonso por detrás. Hamilton, de hecho, se toca dos veces con Alonso; la primera vez durante la primera vuelta y la segunda… en la segunda. Este segundo toque es el que le hizo perder su alerón delantero, mientras que el piloto de Renault no sufrió daños de consideración. Si hemos de hacer caso a Wolff, está claro que la culpa no fue de Hamilton, puede que fuese de los frenos, de la pista, de la fase lunar o del universo en general, pero de Hamilton no, pese a que describió el incidente de la siguiente manera: "Estaba detrás de Fernando y estaba muy, pero muy cerca y parecía que lo podía superar. Me fui a la derecha, pero no pude evitar pasar sobre él".

Ese mismo año, en el Gran Premio de Canadá, chocó con un Räikkönen parado al final del pitlane por estar el semáforo en rojo. En la vuelta 15, Hamilton tenía una ventaja de siete segundos, con Kubica aún en segundo lugar, pero que empezaba a sufrir con los neumáticos. Sucedió entonces que Adrian Sutil sufrió un problema en la caja de cambios de su Force India, por lo que se quedó tirado en la curva 3, uno de los sectores más estrechos del trazado canadiense. Esto forzó la aparición del Safety Car en pista y provocó las primeras paradas en boxes, que se abrieron en la vuelta 19. Los líderes entraron. Hamilton perdió tiempo en la parada con Räikkönen y Kubica. Ambos salieron antes que Hamilton por centésimas de segundo.

Raikkonen, Kubica y Rosberg tuvieron que detenerse a la salida del pitlane y esperar a que la luz roja cambiase por la verde. El atasco tuvo un 'golpe inesperado' cuando Hamilton llegó a velocidad de crucero e impactó contra Räikkönen y Rosberg por detrás. Esto puso fin a la carrera del piloto de Ferrari en Canadá. Nico Rosberg también se vio afectado, al encontrarse con el accidente segundos después e impactó contra Hamilton. Está claro que lo de poner un trapito rojo para aumentar la visibilidad del Ferrari hubiese sido como mínimo redundante, ya que según declaró el entonces piloto de McLaren: “Estaba buscando la luz roja, luego miré y estaban parados –Raikkonen y Kubica, n.d.r.–, así que trate de evitarlos. Fue una situación desafortunada cuando uno encuentra dos coches en paralelo”.

En el Gran Premio de Singapur 2010, Lewis debió pensar que lo que iba a su lado no era Mark Webber en su Red Bull, sino el coche 'fantasma' contra el que compites en los videojuegos y que normalmente te hace de guía, con sus indicaciones de por dónde debes trazar. Hamilton intentó adelantar a éste en la primera vuelta en un reinicio de la carrera, para ser estricto tras la segunda salida del coche de seguridad en el ecuador del Gran Premio. El intento acabó en contacto. A su pesar, al llegar al vértice de una curva e intentar adelantarle por el exterior, el piloto australiano no era un fantasma y no se desvaneció en el aire. Lewis acabó por chocar contra Webber. El australiano pudo seguir en carrera, pero el piloto de McLaren tuvo que abandonar.

Es sabido que en el Gran Premio de Mónaco no se suelen ver demasiados adelantamientos por las características de la pista, pero, en caso de haberlos, suelen ser ejecutados de una manera más noble que en otros trazados. En la edición de 2011, Lewis cumple esto a la perfección, al tener el máximo cuidado de no dañar demasiado el coche de Felipe Massa pese a pasar Loews entero en contacto con su Ferrari en la vuelta 33, lo que dejó a Massa fuera de la carrera y provocó la salida del coche de seguridad.

Durante Gran Premio de Singapur de 2011, tocó el neumático trasero izquierdo de Felipe Massa al salir de una de las curvas en la vuelta 12, y con ello destrozó su alerón delantero. La peor parte se la llevo el piloto de Ferrari, que cayó al fondo del pelotón, desde el que sólo pudo remontar hasta la novena posición al final de la carrera. Momentos más tarde, en plena entrevista en el 'corralito' tras la carrera, el brasileño le golpeó el hombro para increparle con toda la ironía posible: "¡Buen trabajo, amigo! ¡Muy bien!". Las palabras de Massa no fueron más amables minutos más tarde: "Siempre le penalizan, pero le da igual. Ése es el problema. No le importa ni lo entiende".

En el Gran Premio de Japón 2011, simplemente se fue directo hacia el Ferrari de Felipe Massa en una de sus rectas. Seguramente iba mirando el espejo retrovisor equivocado, porque de ver el correcto no se hubiese desviado a su izquierda para rozar con el coche del brasileño.

Gran Premio de Europa 2012 en Valencia, dos excelsos pilotos luchando entre sí en las últimas vueltas. Hamilton tenía sus neumáticos en la más pura miseria a dos vueltas del final y, tras perder la posición con Raikkonen, Maldonado le había dado caza. De haber sido conservador, Lewis hubiese rascado algún punto y terminado la carrera, pero no fue así y le disputó su posición a un Maldonado con ruedas más frescas. Poco habitual que Pastor Maldonado no fuera el culpable de un accidente, pero no lo fue. Algún día, Mazepin quizá pueda presumir de que a él no le ha pasado nunca.

Gran Premio de Estados Unidos 2015, Circuito de las Américas. Hamilton conquista su tercer campeonato del mundo y el segundo consecutivo para Mercedes. El 'roce' con el rival forma parte de la idiosincrasia de las carreras, siempre y cuando el afectado no sea Lewis, ya que entonces es claramente conducción agresiva. Tanto es así que, en la salida del Gran Premio, en la primera curva, Lewis tuvo a bien empujar 'suavemente' a Nico Rosberg, cuando el alemán había logrado la pole; lo suficiente para hacer que Nico tuviera que trazar por fuera. Al menos, según el rubio Rosberg esta experiencia le sirvió de acicate para ganar su título de 2016.

Luego vino lo de las gorras en el cuartito donde se refrescan y secan el sudor antes del podio, pero al menos Rosberg no tuvo que ver celebrar la victoria de su rival desde el hospital, como Verstappen.

Vayamos al Gran Premio de Austria 2020. Alex Albon aprovecha un coche de seguridad provocado por el abandono de Russell en la vuelta 51 para detenerse en boxes y colocar neumáticos blandos, mientras que ambos Mercedes deciden no parar y seguir con los duros. El piloto por entonces de Red Bull se echa encima de Hamilton e intenta adelantarle por fuera, en paralelo con el Mercedes en la curva 4. En un primer momento ni siquiera fue consciente de que le habían golpeado, pero luego vio a quien Toto Wolff calificó hace unos días de piloto limpio. "¿He sido yo?", debió preguntarse Albon, como Steve Urkel en Cosas de Casa. “He debido de ser yo”, debió pensar, “Lewis es demasiado caballero para hacerme esto”:

History repeats itself for Albon and Hamilton #AustrianGP #F1 pic.twitter.com/3FR1oxG2cd

— Formula 1 (@F1) July 5, 2020

Tras la caricia, Albon terminó en la grava y bajó a la decimotercera posición. Como se puede ver en este último video, Hamilton no ha perdido 'el toque'.

QUIEN DE SANTO RESBALA, HASTA DEMONIO NO PARA –REFRÁN–

¿Que Verstappen también ha hecho de la suyas desde que aterrizó en la Fórmula 1? Por supuesto, pero esa recopilación se la dejo encargada al lector en los comentarios. Estoy seguro de que a más de uno/a le complacerá hacerle memoria a este humilde aficionado. La diferencia es que Vestappen no trata de disimularlo u ocultarlo como hace Hamilton bajo el paraguas de adalid de las causas justas de la humanidad, cuando hace tan solo dos años, tras el Gran Premio de Francia, se quejó amargamente y a los cuatro vientos de que “cuando alguien destroza tu carrera y sólo le das una palmadita… no tendría que poder volver y terminar delante.”

Sus palabras venían a cuento de la sanción que se le impuso a Vettel, que ese año se postulaba como único rival del inglés para el Mundial, tras la colisión que el piloto alemán de Ferrari tuvo con Bottas en la primera vuelta de dicho Gran Premio al emparejarse con este en una curva y provocándole serios daños. Bottas no llegó a abandonar, pero completó el resto de vuelta a tres ruedas, regresando a la pista en posición muy retrasada. Vettel tan solo sufrió daños en el alerón delantero que fueron reparados en una corta parada en boxes. El alemán fue sancionado con cinco segundos, pero su monoplaza le permitió remontar hasta la quinta posición. Bottas terminó séptimo, por detrás de él.

Al menos entonces, Hamilton sí consideraba injusto el poder obtener beneficio después de haber dejado fuera a un rival directo, y eso que ni Bottas abandonó ni él mismo fue el afectado.

Por otra parte, quizá debamos hacer un autoexamen de aficionado. ¿Cuántas veces habremos exclamado aquello de "que les dejen correr"? ¿Y cuántas nos hemos quejado de que la FIA no es nada flexible? Eso sí, para luego ponernos a analizar un incidente de carrera con centenares de fotos o videos fotograma a fotograma, para encontrar un culpable diferente cada vez que se analiza la acción.

Será muy triste si la única forma de ganar a Verstappen que ha encontrado Hamilton es esta, echar del juego a Verstappen literalmente, tal como hizo en Silverstone, donde logró su objetivo pese a la sanción de diez segundos.

Una sanción, de nuevo, perfectamente inútil, algo que daría sin duda para otro texto. Tan poco útil esta vez como en la mayoría de las otras ocasiones en las que se ha aplicado a un piloto y coche muy superiores al resto de sus rivales, de tal forma y tan a destiempo. La mayoría de las veces, el sancionado es capaz, no sólo de elegir el momento que más le conviene para cumplirla, algo que se consiente, sino de recuperar el tiempo perdido, de modo que conserva su posición en pista, y a veces incluso logra la victoria mientras el rival perjudicado por su acción queda fuera de los puntos o fuera de carrera, como en este caso. Así, el sancionado sale beneficiado y no se compensa el daño producido a su rival.

Si has llegado hasta aquí, te lo agradezco. Por si no ha quedado clara mi postura, diré que para mí fue un lance de carrera, lo que no quita que opine que la maniobra de Hamilton fue sucia o que, al menos, el inglés fue quien más papeletas compró en Copse para que le declarasen culpable. No es el único, ni el primero ni será el último que haga algo así. Ya lo decía Senna: "If you no longer go for a gap that exists, you are no longer a racing driver because we are competing, we are competing to win". Otros prefieren recordar a Senna, además de por su innegable talento, por su fama de santurrón, pero de los que después te echaba de la pista. O en palabras de Martin Brundle: "Él acostumbraba a ponernos en situaciones donde ibas a tener un accidente y él dejaba que fueses tú el que decidieras si tenerlo o no. Te ponia en una situación comprometida y dejaba que tomases tú esa decision".

Donde veo el problema es en las normas, o más bien en cómo se aplican, en que se consienta que el equipo elija el momento que más le conviene para cumplirlas, que sean las mismas sanciones sea cual sea el daño que provoques, que no se compense ni la mitad de las veces por el daño causado al rival. Y también en la hipocresía tanto de Hamilton como de su equipo, en especial de Toto Wolff, que trabaja para lavar su imagen como si jamás hubiese roto un plato.

Mucho más que el incidente, éstos son los problemas. Eso y que nosotros, que somos los que solemos reclamar más acción en pista, queramos verlos luchar cuerpo a cuerpo, pero clamemos al cielo en cuanto sucede algo como lo de Silverstone.

"HOY HAS PERDIDO, CHICO, PERO NO TIENE POR QUÉ GUSTARTE" – 'FEDORA' A INDIANA JONES–

Esperemos que Hamilton no logre, además de sacarlo de la pista, sacar a Verstappen de sus casillas, algo que al parecer Max sí ha logrado con Hamilton esta temporada. Si Verstappen evita esto, tendrá mucho ganado.

Saludos.

Javi C.