Así no

26/06/2017 08:04

Me pregunto si a estas horas, Vettel anda sumergido en estas dudas todavía o está meditando, sumido en un arrepentimiento profundo de su acción. Quién sabe, quizá a estas horas, simplemente le importe un bledo todo lo sucedido y esté esbozando esa media sonrisa que tan bien le sale a él, a sabiendas de que dentro de lo malo, ha arañado unos puntos a su mayor rival y que bien pueden valer un título de campeón del mundo.

Informa el bueno de Andrew Benson citando a la FIA que, después de examinar los comisarios la telemetría de Hamilton, han podido ver que el piloto británico no frenó ni levantó el pie completamente, sino que mantuvo una velocidad más o menos constante. No sólo eso, sino que su comportamiento según estos datos fue el mismo en esta resalida que en las otras dos.

Aun así, Vettel, en pocas palabras, jura y perjura que Hamilton frenó adrede. Teniendo en cuenta que en caso de colisión, el que más podía perder era el piloto de Mercedes, esto cobra toda su lógica, ¿verdad? Incluso sobra la telemetría. Porque claro, Hamilton debió pensar que era sensato arriesgar solo por diversión, su alerón trasero, su difusor o su caja de cambios. Componentes tan fácilmente reemplazables como el alerón delantero de cualquier monoplaza, por ejemplo, en caso de haber sido necesario, el conducido por el piloto alemán de Ferrari con una simple parada extra en boxes.

No sólo está el golpe por detrás, al cual como casi siempre, se le pueden buscar mil y una excusas, sino el que tras éste, ya en paralelo con el Mercedes, atiza el piloto de Ferrari en el pontón a Hamilton mientras levanta sus manos fuera del cockpit increpándole. Esta acción no hay telemetría ni supuesto 'brake testing' de Hamilton que la defienda por mucho que se empeñen desde Ferrari, entre otros personajes, Maurizio Arrivabene en hacerlo.

 

ACCIÓN SIMILAR DE SCHUMACHER Y SANCIÓN EJEMPLAR

Salvando las distancias, no está mal recordar que hace 20 años, a Michael Schumacher le quitaron todos los puntos conseguidos en el campeonato tras colisionar de manera similar con Villeneuve en Jerez. A Vettel tan solo le han caído diez segundos de penalización y tres puntos en la superlicencia.

Hablamos del mismo piloto que no hace tanto bramaba por radio un "Honestly, what are we doing? Racing or Ping Pong?" "¡Si no lo evito él viene directo contra mi coche! Honestamente, ¿qué estamos haciendo aquí? ¿Carreras o ping pong?"– ante un supuesto exceso de agresividad de Daniel Ricciardo cuando intentó adelantarle durante el Gran Premio de España de 2016. Vettel no solo no pide perdón, sino que además opina que Hamilton debe ser sancionado

De todas formas, lo peor de todo esto, más allá de la acción en sí, más allá de si la sanción ha sido justa o injusta y más sabiendo la arbitrariedad en cuanto a criterio sancionador tiene la FIA, es el ejemplo dado.

La FIA puede presumir mucho de sus campañas por la seguridad en la carretera o llenar de carteles los circuitos de medio mundo en los que se pide que si uno bebe alcohol no conduzca. Puede hacer esto y más. Todo se viene abajo cuando una acción como la de Vettel con Hamilton no es debidamente aclarada, sancionada y usada como ejemplo de lo que no debe hacerse en la pista para educar a miles de niños y niñas que, viendo en estos pilotos un ejemplo, unos ídolos a los que quieren igualarse algún día, se están iniciando en cualquier deporte de motor, por ejemplo, el karting o simplemente empiezan su educación vial en los colegios.

Esta vez los implicados son Vettel y Hamilton, pero no importa quién lo haga. Se supone que, como representantes de la que algunos califican como la categoría máxima del automovilismo, han de dar ejemplo, infundir unos valores. Al fin y al cabo, un campeón tiene que ser algo más que un simple campeón. Aún queda mucho, pero Vettel puede ganar un título que se aventura ajustado gracias a los puntos conseguidos ayer, en cualquier otro deporte tomar la ley por mano propia significa que estás fuera.

Lo que hizo Vettel debería ser sancionado con algo más que diez segundos y tres puntos en la superlicencia. Debería ser castigado a ser el ejemplo de lo que no debe hacerse en una campaña de la FIA, especialmente en escuelas y centros educativos, en las que se hiciese uso de su famoso dedo índice, el mismo que usa para celebrar una Pole o una victoria, pero esta vez haciendo el gesto de negación con el mismo mientras señala con su otro índice su acción en Bakú.

Saludos.

Javi C.