La columna de Alex Palou: Puntos en Spa, fuerza para Campos Racing

Desde la segunda carrera de Spa-Francorchamps he visto que ha habido más actividad entre mis seguidores en las redes sociales y que más gente me ha dejado sus comentarios (mi twitter es @AlexPalou, por cierto). Me gusta mucho lo que me escriben, siempre me ayuda un poco y me da ánimos. La verdad es que en todas las carreras he visto que hay mucha gente apoyándome, levantándose el domingo a las ocho de la mañana para ver una carrera de GP3 y animándome aunque los resultados fueran muy negativos.

En el avión de vuelta a casa repasé cómo había ido la carrera. Analicé con mi padre el fin de semana, que la verdad es que ha sido el más duro en cuanto a competitividad porque nos ha costado un poco ser tan rápidos como los otros monoplazas. Pienso que en la segunda carrera quedó reflejado que nos faltaba velocidad punta en las rectas, porque aunque iba primero me pasaron cuatro coches con mucha facilidad, sin que yo pudiera hacer nada. Aproveché ese vuelo para pensar en las causas de esto porque no tenemos mucho tiempo de reacción para la carrera de Italia, que es de aquí dos semanas.

Ayer vi que podíamos hacer un buen resultado en la primera vuelta, cuando me puse líder y me escapé un poco del resto, pero luego en la segunda vuelta Esteban Ocon me quitó unas cuatro o cinco décimas sólo en el primer sector, que sólo tiene una curva porque Eau Rouge la hacíamos a fondo. Sólo tenía una frenada, la de La Source. Me empecé a preguntar cómo era que podía quitarme tanto tiempo en ese sector, pero en el fondo seguimos luchando para intentar sacar el mejor resultado posible.

Hemos visto que falta velocidad punta, pero vamos a trabajar duro para solucionarlo

Cuando algo así sucede, no sirve de nada empezar a preocuparte cuando estás en medio de una carrera. En ningún momento pensé tampoco en cómo iba a terminar la carrera, porque mi prioridad era hacerlo lo mejor posible en cada vuelta y escaparme. Al menos sabemos que lo hicimos lo mejor que pudimos. No pasa nada. Hemos visto que teníamos un problema y ahora vamos a trabajar para intentar solucionarlo.

Es verdad que hubo un par de coches de seguridad, pero cuando me bajé del coche no pensaba en que había perdido la carrera por culpa de eso. La verdad es que no teníamos el ritmo de los de delante y nos hubieran pasado igualmente de haber sido una carrera limpia sin interrupciones. Quizá incluso me hubieran pasado más coches, nunca se sabe. Además, cuando me adelantaban por velocidad cogían unos metros de ventaja y en la siguiente frenada ya estaban tan lejos que no podía volverme a lanzar para devolverles el adelantamiento.

Y AHORA… ¡MONZA!

Ahora vamos a Monza, donde precisamente la velocidad punta es muy importante. Siempre hay un poquito de preocupación por los problemas de Spa, pero tenemos una semana todavía para trabajar a tope todo lo que podamos para intentar solucionarlo y ver si es del motor, si es algún reglaje... Averiguar por qué y solucionarlo, que seguro que lo solucionamos.

En Monza precisamente tuve un accidente bastante espectacular el año pasado, aunque no me hice nada y no me afecta en absoluto, porque luego hice otra carrera ahí y no tuve ningún problema. Hay fotografías e incluso algún vídeo. Fue en la primera chicane. Hubo un piloto que se fue recto, me golpeó y mi coche salió disparado. Es en esos momentos cuando te das cuenta de lo seguros que son los monoplazas, porque di una vuelta de campana con 500 kilos encima y no me ocurrió nada.

Para hacerte daño tiene que pasarte algo muy grave. Por ejemplo, este fin de semana ha habido un accidente en la GP2 donde un piloto se ha roto dos vértebras al irse largo en Blanchimont. Quién podía imaginar que habría un accidente así. En el paddock siempre vamos muy ocupados, pero sí que hablamos de ellos y preguntamos por cómo estaba el piloto. O lo preguntabas al equipo o no te enterabas de nada. Supimos que lo iban a operar esa misma noche y que se había fracturado un par de vértebras, pero que en el fondo no era nada vital, así que pudimos respirar un poco más tranquilos.