Análisis estadístico: la degradación de neumáticos en el GP de Malasia F1 2017
Llevamos toda la temporada repitiendo lo mismo y, como no, Malasia no iba a ser una excepción. Una vez más, la degradación que dejó este Gran Premio fue bastante baja y sólo hay que ver el tamaño de algunas tandas de carrera para comprenderlo a la perfección. Pese a todo, en esta carrera sí que vimos algo más de degradación e incluso pudimos presenciar cómo las gomas llegaban a su límite de resistencia y durabilidad, cayendo su rendimiento, por ejemplo, en la persecución que hizo Sebastian Vettel a Daniel Ricciardo, aunque aquí hay que tener en cuenta también el factor consumo de combustible, pues el alemán iba al límite del mismo y tuvo que rebajar el ritmo de forma considerable.
No obstante, si se echa un ojo de forma general a las gráficas de degradación, la tendencia general de los tiempos por vuelta es a la baja, aunque en mucha menos medida que en las carreras anteriores.
Como cada carrera, el método de análisis que se va a seguir es estudiar el vuelta a vuelta de cada piloto para ver el tiempo inicial y el final de cada stint, para determinar si hay un incremento en los cronos por giro, un aumento o una estabilización, así como la tendencia general de la línea de tiempos –si ascendente o descendente–.
Como es obvio, con estos niveles de degradación y a pesar del calor y el estrés sobre los neumáticos, la mayor parte de los equipos pudieron hacer una sola parada, realizando casi la mitad de la carrera con los superblandos y el resto con los blandos.
Pero vamos a ver cómo funcionaron las gomas en cada uno de los equipos: