Stroll considera los coches nuevos "difíciles" de controlar
Lance Stroll debutó en la categoría reina el pasado fin de semana, en Melbourne, pero tuvo que abandonar a falta de 17 vueltas para finalizar la carrera. Se enfrentó, por primera vez un domingo, a la potencia de la Fórmula 1, una categoría en la que todo ocurre mucho más rápido.
El canadiense ya sufrió durante los tests invernales con el control de su monoplaza, el FW40. El de Williams ha asegurado que, pese a que los coches tienen un mayor paso por curva gracias a un mayor agarre, es complicado recuperarlos cuando pierdes el control.
"Cuando controlas el coche, tiene mucho agarre, pero cuando se va es muy difícil recuperarlo", ha asegurado Stroll en declaraciones al medio de comunicación brasileño UOL. "Los coches de los últimos años eran diferentes y podías jugar con ellos sin perderlo –el control–", ha añadido.
Durante el Gran Premio de Australia se mantuvo lejos de su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, en la tabla de tiempos. Stroll ha afirmado que su único objetivo en Albert Park era continuar su adaptación en el Gran Circo.
"No esperaba competir con mi compañero ni pelear por el podio. Vine a Melbourne para ver en qué posición estaba y para estar más cómodo con el coche. Sé que hay 19 carreras más en las que habrá muchas cosas que funcionen, pero también muchas irán mal", ha explicado.
El salto de la F3 a la categoría reina del automovilismo denota el potencial que tiene Stroll. Sin embargo, su adaptación no será sencilla, pues los nuevos coches tienen un mayor paso por curva y una distancia de frenado mucho más corta que en años anteriores.
"Físicamente es una bestia que hay que controlar y mentalmente también es más intensa, por supuesto. Las velocidades en curvas son mucho más altas, las zonas de frenado son mucho más pequeñas, las cosas suceden mucho más rápido. Es un gran paso", ha comentado Stroll para concluir.
