Ricciardo ha tenido que cambiarlo para los Libres 2

Red Bull vuelve a sufrir con el sensor del flujo de combustible

Víctor Bolea
28/03/2014 13:47

Los entrenamientos libres del Gran Premio de Malasia no han empezado de la mejor forma para el equipo Red Bull. La descalificación de Daniel Ricciardo en el Gran Premio de Australia podría repetirse este fin de semana, porque los de Milton Keynes todavía no han encontrado una solución.

El RB10 de Ricciardo ha vuelto a tener problemas en el sensor de flujo de combustible y el corresponsal de la revista alemana Auto Motor und Sport ha dicho que el filial de Red Bull, Toro Rosso, ha tenido los mismos contratiempos.

Los austríacos han intentado resolverlos con la compra de cinco nuevos sensores de la marca Gill para la carrera, según ha informado The Times. Una inversión de alrededor de 100.000 euros con el objetivo de evitar una segunda descalificación. "No estamos tomando ningún riesgo, hemos decidido comprar sensores para que al menos uno funcione correctamente", dijo una fuente del equipo. 

Horner: "No sé qué vamos a hacer, necesitamos tener una conversación con Charlie Whiting"

El riesgo de descalificación es alto si la FIA vuelve a pedir al equipo Red Bull que reduzca el flujo de combustible del motor Renault, y estos desobedecen. Christian Horner intentará buscar cualquier solución para evitar otro cero en los coches de Milton Keynes. "No sé qué vamos a hacer. Quizá podríamos instalar dos sensores en sitios diferentes para intentar evitar ese riesgo", explicó el jefe del equipo Red Bull. 

Horner ha pedido aclaraciones por parte de la Federación sobre esta parte de la reglamentación para evitar una nueva exclusión. "Creo que necesitamos tener una conversación con Charlie (Whiting). Vamos a intentar trabajar con la FIA, pero estamos otra vez en el mismo dilema que tuvimos en Australia hace dos semanas”, añadió. 

La FIA ha ofrecido hace apenas unos minutos una rueda de prensa para intentar esclarecer la reglamentación en cuanto a los sensores de flujo de combustible. La guerra está abierta entre el equipo austríaco y la FIA, pero todo apunta a que no tendrán compasión con nadie en este aspecto.