Una nueva política de emisiones, amenaza para el GP de Holanda
Un nuevo problema hace dudar sobre si Zandvoort estará listo para celebrar el Gran Premio de Holanda en unos meses. Los niveles de dióxido de nitrógeno preocupan, hasta tal punto que en el país hay miles de obras paralizadas. Con los trabajos de mejora de la pista aún pendientes, existe cierto nerviosismo sobre el evento del Gran Circo.
El GP de Holanda está fijado en el calendario el fin de semana del 1 al 3 de mayo de 2020. La preocupación inicial giraba en torno a los trabajos de construcción en el circuito y si estarían terminados para esa fecha.
Sin embargo, a esto se le añade la cuestión medioambiental. En el país están preocupados por los altos niveles de dióxido de nitrógeno, que tienen ahora mismo miles de obras paralizadas.
Bruno Bruins, viceministro de Deporte, ha confesado que "en Zandvoort están nerviosos por eso", en declaraciones a la radiotelevisión pública holandesa WNL. Sin embargo, asegura que la intención del Gobierno es que el Gran Premio siga adelante. "Toda Holanda está deseando que llegue", ha indicado.
No obstante, los organizadores de la carerra todavía tienen que solicitar y recibir algunos permisos de construcción en Zandvoort, que podrían verse retrasados si no se resuelve este asunto.
Hace unos meses, un grupo de ecologistas también amenazó con boicotear el Gran Premio por su impacto en el medioambiente. Además, apuntaban que las dunas grises que existen cerca del circuito, únicas en Europa, no pueden soportar el nitrógeno de los escapes de los coches, por lo que un juez ha establecido un límite en las emisiones de nitrógeno que no se podrá sobrepasar.
"Si la Fórmula 1 realmente tiene un efecto significativo en la naturaleza, y la naturaleza empeora con ello, vamos a intentar detenerla", comentaba uno de los integrantes de la organización ecologista Federación de Naturaleza y Medio Ambiente.
