La FIA puede invalidarlo en los test invernales

Mercedes y Red Bull construyen una suspensión activa para 2017

Miguel Carricas
06/02/2017 19:45

Mercedes y Red Bull se encuentran en el punto de mira de la competencia a falta de tres semanas para el inicio de los test invernales sobre el Circuit de Barcelona-Catalunya. El motivo, un polémico sistema de suspensión activa que reportaría beneficios tanto en la manejabilidad del chasis como la eficiencia aerodinámica, dos ámbitos que sus principales rivales han denunciado abiertamente ante la FIA por vulnerar los parámetros técnicos del reglamento.

 

Según avanza Auto Motor und Sport, las denuncias del resto de equipos hacen referencia a un artículo de interpretación cuestionable en las normas, si bien existe el temor generalizado a que la Federación no actúe con suficiente contundencia para invalidar su introducción. Ferrari, la voz más crítica, ha enviado varios mensajes al departamento técnico liderado por Jo Bauer con el objetivo de escenificar su descontento al respecto, pero desde el organismo se mantendrán a expensas de analizar la polémica hasta que se presenten los monoplazas en Montmeló.

Los dos elementos del coche que se verían influenciados positivamente son la rigidez de los neumáticos y la distancia al suelo. En las curvas lentas, los brazos de la suspensión se ablandarían progresivamente hasta crear un mayor ángulo de giro que aumentaría la velocidad del coche. Este efecto también se produciría en curvas rápidas, aunque sin apenas impacto en los tiempos por vuelta. El reglamento es estricto con la flexibilidad de las suspensiones, pero el efecto de Mercedes y Red Bull sería derivado de otra modificación acorde a los parámetros de la FIA.

En el plano aerodinámico, la suspensión conseguiría que el monoplaza se pegara al suelo en las rectas para acelerar el flujo hacia la zona del difusor, aumentando la velocidad punta con cualquier configuración de los alerones delantero y trasero. Según la citada publicación, los comisarios podrán aferrarse a la prohibición de modificar la distancia del chasis al suelo para invalidar el sistema, posibilidad que impulsará Ferrari con especial ahínco ante la sospecha de que su posible aprobación pueda decantar la lucha por el título desde el principio en favor de sus dos grandes rivales.

El único avance que han registrado los ingenieros más escépticos se limita a entender los efectos que genera para la aerodinámica de los coches. Su peculiar sistema de funcionamiento es el gran secreto de cara a la nueva temporada, y es que solamente lo comprende un limitado grupo de diseñadores en Mercedes y Red Bull. Ferrari pretende emitir sucesivas denuncias ante la Federación durante la pretemporada, y de no esclarecerse la situación antes del último día de rodaje, emitirán una protesta formal para que los comisarios investiguen nuevamente sus chasis en el Gran Premio de Australia.

La insistencia de la Scuderia se explica bajo la hipótesis de que todos sus intentos por construir un sistema similar han resultado infructuosos, lo cual promete desatar una intensa discusión política a menos de dos meses para el arranque del Campeonato en Melbourne.