Pretemporada

Mercedes espera que el W10 pula las flaquezas de su predecesor

16/02/2019 11:31

El equipo Mercedes confía en que el nuevo W10 no sea tan duro con los neumáticos traseros como su predecesor. Sus ingenieros también albergan muchas esperanzas en su nueva unidad de potencia, que esperan sea más eficiente que la anterior y posibilite un mayor beneficio aerodinámico.

Las flechas de plata han sido la fuerza dominante en la Fórmula 1 desde que empezó la era turbohíbrida en 2014. Durante este periodo, han cimentado su superioridad sobre la excelencia técnica y la búsqueda de la perfección en todos los aspectos de la competición, gracias a un grupo humano que no ha caído nunca en la autocomplacencia.

A las vísperas del debut del Mercedes W10 en los test invernales, el equipo de Brackley se congratula de haber puesto especial énfasis en aquellos aspectos que identificaron como debilidades en el coche del año pasado. Esto es la gestión de los neumáticos traseros, que el W09 maltrataba más que el Ferrari y el Red Bull.

"El comportamiento del W09 ya fue una gran mejora respecto a la idiosincrasia del W08", ha explicado James Allison, director técnico de la formación. "Fuimos competitivos en circuitos que nos habían costado en el pasado, pero no fuimos tan buenos como nuestros rivales en la preservación del rendimiento de los neumáticos traseros".

"Hemos trabajado duro en la suspensión y en las características aerodinámicas para crear un coche que sea mucho más gentil con los neumáticos, al menos lo suficiente como para que podamos ser competitivos en todas las fases de la carrera y en cada circuito del calendario".

El peso mínimo del coche sube 10 kilos esta temporada, pero el equipo Mercedes ha intentado aligerar al máximo todos sus componentes para aprovechar la normativa.

"La reducción del peso sigue siendo todo un reto para los coches actuales. Hemos tomado los elementos de 2018 y los hemos analizado para quitarles peso. Algunos componentes experimentan un paso gigante de medio kilo, otros unos pocos gramos, pero esas pequeñas victorias suman y se añaden a una serie de kilos en los que hemos invertido a nivel de aerodinámica, suspensión y motor para conseguir más rendimiento".

"Un análisis más al detalle revelará que hemos refinado la ejecución del concepto –del coche–. Todos los elementos están más juntos, son más esbeltos. Cada cambio nos permite mejorar el rendimiento aerodinámico más allá de lo que habíamos aceptado como posible por las limitaciones físicas del diseño de 2018".

El desarrollo también llega al núcleo duro del Mercedes W10, a su motor V6 biturbo, que históricamente ha sido siempre el más competitivo de la parrilla desde el último gran cambio reglamentario.

"Hemos hecho cambios en la arquitectura de la refrigeración de la unidad de potencia que, con suerte, supondrán un beneficio aerodinámico para el coche y también un beneficio a nivel de eficiencia para la unidad de potencia. Con suerte, una victoria tanto para el chasis como para el tren motriz", ha añadido Andy Cowell, responsable de motores.

"En el corazón de la unidad de potencia es donde ocurre la conversión del combustible en calor en la cámara de combustión, con la acción del cigüeñal. Hemos dado pasos en la eficiencia de la combustión y en el sistema ERS. El matrimonio entre el sistema del turbocompresor y el MGU-H, el inversor, las celdas y MGU-K, ahora todo ese sistema puede funcionar de forma más eficiente y ayudar a la entrega de energía durante la carrera".