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Mario Andretti llora la pérdida de Aldo, su hermano gemelo

02/01/2021 09:55

La familia Andretti ha pasado en 2020 uno de los peores años de su vida. A principios de año falleció, víctima de un cáncer, Jeff, piloto que corrió en IndyCar, pero sobre todo en NASCAR. Y han cerrado el año con el fallecimiento de Aldo Andretti, hermano gemelo de Mario y padre de Jeff.

Tan parecidos eran los dos hermanos que, en 1969, Aldo suplantó a su hermano en la tradicional foto de la primera fila de la parrilla de Indianápolis, junto a A.J. Foyt y Bobby Unser. ¡Nadie lo noto!

No fue una apuesta, sino la necesidad del momento. Mario sufrió un accidente en los ensayos posteriores a la clasificación y sufrió algunas quemaduras y no quería aparecer así en la foto.

Posiblemente Aldo sintió emoción al posar en la foto. Él nunca llegó a correr Indianápolis –lo intentó el año anterior, pero sin clasificarse– pese a que era 'el Andretti rápido”, todo un secreto de familia. En efecto, Aldo acostumbra a derrotar a su hermano cuando ambos competían en 'midgets' en sus primeros años de carrera.

“Aldo Andretti, mi querido hermano gemelo, mi socio y mi mejor amigo fiel todos los días de mi vida, fue llamado al cielo. La mitad de mí se fue con él. No tengo palabras, estoy totalmente conmocionado”, escribió Mario en las redes sociales.

Los gemelos tenían 80 años y eran idénticos, tanto que muchas veces confundían a Aldo con Mario y le pedían un autógrafo.

La famosa foto de la primera fila de la Indy500 en la que Aldo -centro- suplantó a Mario

 

Los dos hermanos compartían pasión en sus años jóvenes. Se hicieron con un Hudson Horner que prepararon y compartieron, alternándose en las carreras y sus nombres comenzaron a sonar. Aldo ganó la carrera de su debut; le tocó a él estrenar el coche después que se jugaran el volante de esa primera carrera a cara o cruz. Pero a finales de ese año 1959, Aldo sufrió un grave accidente: dio varias vueltas de campana, el techo se hundió y el casco de Also se partió lo que le dejó en coma por cuatro días. Por consejo médico, Mario estaba al pie de la cama intentando alentarle: “No te preocupes, ya estoy construyendo un nuevo coche”, le susurraba al oído.

Aldo volvió a correr, pero no era ya tan rápido y en ocasiones parecía perder la concentración. “Parecía que se había quedado atrás”, explicó Mario.

En 1969 Aldo corrió su última carrera en Des Moines. Un accidente inicial le dejó 14 huesos rodos, una mandíbula rota y desencajada y la cuenca de un ojo muy dañada. Fue entonces cuando Mario le hizo prometer la renuncia a las carreras.

A regañadientes, Aldo colgó el casco. Fueron momentos difíciles entre el orgullo de los resultados que sentía por los resultados que Mario obtenía y la sensación un tanto amarga de que él también hubiera podido lograr, “pero en ningún caso envidia”, decía Aldo.

Aldo y Mario Andretti en pista

 

En la década de los 70 fundo Andretti Firestone, un servicio de neumáticos en el que muchos días se veía a Mario. “Muchos piensan que me detuve por el accidente. Pero lo hice para dirigir Andretti Firestone. Me ocupó tanto que realmente no me di cuenta que estaba retirado”, dijo al IndyStar.

Y en 1986 fundó Andretti Machine&Engineering, pero ni uno ni otro negocio le impidieron seguir la carrera de Mario. Y hasta hace muy poco era frecuente verlo en los circuitos para seguir al clan familiar.

Los Andretti llegaron a Estados Unidos con 15 años. Aldo se casó con Corky, a quien conoció siendo compañeros en secundaria y tuvieron cinco hijos.