Ha tenido muy presente a Bianchi en su día con Ferrari

Marciello: "Estoy aquí porque Jules no está, he dado el máximo por él"

Víctor Serrano
26/11/2014 18:34

Su primera vez en un Fórmula 1, algo con lo que todo el que aspira a ser piloto y a ganarse la vida buscando compitiendo en el automovilismo ha soñado alguna vez. Llevar uno de los monoplazas más rápidos y tecnológicos del planeta es algo que está al alcance de un puñado de elegidos, y además hacerlo en un Ferrari está mil veces más cotizado. Eso es lo que ha hecho en el día de test en Abu Dabi Raffele Marciello.

Sin embargo, a pesar de la emoción que supone todo ello, el joven italiano no ha podido de dejar pensar en quien habría estado en su lugar si nada hubiera pasado: Jules Bianchi. "Estoy aquí porque Jules no está, pero él siempre se esforzó muy duro por lo que yo quería empujar al máximo por él. Cuando alguien que empujaría muy duro no está aquí, tienes que hacer lo mismo", ha comentado emocionado al finalizar la jornada en Yas Marina.

Fue muy emotivo por la mañana, para un italiano pilotar para Ferrari es un sueño

Centrándose ahora en su trabajo el volante, Marciello no ha podido acabar más satisfecho. No es para menos, ha completado 91 vueltas sin problemas y con el segundo mejor tiempo: "Fue un día muy divertido, he disfrutado mucho pilotando un Fórmula 1. He hecho un montón de kilómetros, así que estoy muy contento con esto, porque cuando estás en el coche quieres hacer mucho. Hice de todo, como calificaciones y tandas largas, así que estoy muy feliz".

Solo se ha visto superado por el dominante Mercedes conducido esta vez por el también debutante Pascal Wehrlein. Casi seis décimas entre ellos, pero Raffaele cree que tiene el potencial de poder reducir esa diferencia: "Tuve un poco de margen, por supuesto. Ha sido mi primera vez en un Fórmula 1, así que tuve como cuatro o cinco décimas de margen, pero creo que la velocidad era bastante buena".

Marciello ha defendido esta temporada la bandera su país en la GP2, donde logró una victoria en Bélgica, pero poder hacerlo en un símbolo de Italia como es la Scuderia, ha sido algo muy especial: "Fue muy emotivo por la mañana, para un italiano conducir para Ferrari es un sueño. Así que estoy muy feliz". Hacía 22 años que un Ferrari no era conducido por un italiano, desde Ivan Capelli en 1992. Día especial para todos en Maranello.