El Circuit de Barcelona-Catalunya incluye al gobierno central en la pelea por el GP de España
El impulso del gobierno central podría dinamizar las negociaciones entre el Circuit de Barcelona-Catalunya y Liberty Media por la renovación del Gran Premio de España de Fórmula 1. Las conversaciones avanzan a buen ritmo, pero con una complejidad mucho mayor a la que tuvieron anteriormente.
Los socios del Circuit han buscado esta vez financiación también en Madrid y, de hecho, se espera que Meritxell Batet, ministra de política territorial y función pública, acuda mañana a la carrera. Si finalmente acude a la cita, aquí se encontrará con el alcalde de Montmeló, Pere Rodríguez –PSC–, que es un firme defensor del evento por el fuerte impacto económico que lleva a la localidad del Vallès Oriental. También estará presente el presidente de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, cuya predisposición al acuerdo con Liberty Media es pública.
No es la primera vez que el Circuit sondea la posibilidad de que el Gobierno invierta en el Gran Premio, si bien en aquella ocasión –con mandato del Partido Popular– el acuerdo no fructificó y la situación tampoco revestía la gravedad de la actual, especialmente en el ámbito económico. No han trascendido los detalles de la oferta económica que se baraja en las negociaciones con los gestores de la Fórmula 1.
Mañana se disputará la vigesimonovena edición del GP de España en la pista de Montmeló, la última amparada en el actual contrato para albergar el evento en esta pista. Mientras tanto, el futuro sigue en una mesa de negociación que poco tiene que ver con la que ocuparon Bernie Ecclestone y su equipo hasta hace un par de años. Si el magnate británico se caracterizaba por sellar acuerdos apoyado principalmente en la intuición y la confianza, Liberty Media los elabora mediante textos mucho más extensos y complejos, como corresponde a una empresa dedicada principalmente al entretenimiento y que vive muy pegada al mundo multimedia.
Precisamente la gestión de los derechos de imagen en el ámbito digital y la de los patrocinadores son dos de los mayores núcleos de trabajo, con una importante capilaridad en detalles que pueden generar un retorno económico más sustancioso y, por tanto, sencillo de sostener ante los accionistas del Circuit, principales avalistas del contrato. Más ingresos para justificar una inversión fundamentalmente pública en tiempos complicados.
Fuera de la ecuación, como publicamos hace unos días, quedan los aspectos vinculados a la territorialidad del Gran Premio y su identidad. Ni el nombre del evento ni su vinculación a Cataluña están en la agenda de ninguna de las partes, centradas en la optimización económica del evento.
