Christian Horner esperaba menos de Red Bull en 2016
Las expectativas de Christian Horner eran pesimistas en Melbourne. Los monoplazas no terminaron de ser competitivos de entrada, y hasta la llegada a Europa no se plasmó el potencial en pista. A partir de ahí, los de Milton Keynes siguieron una línea ascendente.
Afrontamos Melbourne con las expectativas bajas. Estar en el Top 5 era un desafío"
"Creo que este ha sido un gran año para el equipo. Llegamos a Melbourne con expectativas bajas y parecía que estar en el Top 5 de constructores era un desafío. Por eso, ser segundos en el campeonato, tener a un piloto tercero en la general de pilotos, ganar dos Grandes Premios, conseguir una pole en Monte Carlo y que Daniel Ricciardo complete todas las vueltas de la temporada es un enorme progreso en 12 meses" explica Horner a F1i. "Pese a las nuevas reglas que llegan, que son desconocidas para todos, terminamos el año con beneficios y actitudes positivas".
Uno de los ingredientes clave en la mejora de 2015 a 2016 ha sido el trabajo hecho por Renault en Viry-Chatillon. Pese a que oficialmente las unidades de potencia son TAG-Heuer, la evolución de los de Milton Keynes ha venido desde el corazón del monoplaza: el motor.
"Están trabajando muy duro [en Renault], y si pueden trasladar la mejora del invierno pasado a este, nos igualaremos al resto con la estabilidad de las reglas. Con la esperanza de que el chasis importe algo más en el conjunto general, las cosas se pueden equilibrar", continúa Christian.
Con los test 2017 en el horizonte, tan sólo les queda trabajar duro para tener el mejor coche en pista a falta de saber qué hacen los rivales. En pretemporada habrá miradas indiscretas a los prototipos rivales, aunque la verdadera distancia se verá con el inicio de temporada.
"Todo es hipotético porque no sabes qué pondrán en pista los rivales. Todo lo que podemos hacer es trabajar muy duro y ya nos preocuparemos del resto en Melbourne", concluye Horner.