Descarta el divorcio con los japoneses

Boullier: "Para un europeo, es muy difícil entender a Honda"

Santi Torres
24/05/2017 11:51

Eric Boullier no quiere separar a McLaren y Honda. El proyecto que se inició a finales de 2014 tenía como objetivo luchar por el título mundial en tres años. A día de hoy, siguen estancados en una zona complicada, aunque cuando las cosas van bien en pista, se muestran medianamente competitivos. Su punto débil, la fiabilidad.

La fiabilidad no se consigue de la noche a la mañana. Un V6 turbo híbrido es el tipo de motor más complejo de los últimos treinta años. Esto, ya en 2014, provocó que las marcas sufriesen mucho a la hora de desarrollar las ahora llamadas unidades de potencia. Honda, al entrar de sopetón y sin mucha preparación previa, pagó la novatada.

McLaren fue el equipo que se ofreció a la marca nipona para ser socio en el proyecto en la F1. ¿Cómo? McLaren les daba la opción de motorizar a sus chasis, y de paso compartir tecnología entre las dos marcas. Por eso mismo Boullier remarca al diario francés La Dernière Heure que uno de los puntos principales del proyecto es que McLaren no paga por las unidades de potencia japonesas.

"El problema es que no compramos solo un motor. Honda empezó desde cero con la nueva normativa y con buena reputación, pero no tuvimos garantías sobre el producto final, porque no debemos olvidar que no pagamos por estos motores", ha afirmado el jefe de equipo de McLaren.

La situación actual dentro del proyecto McLaren-Honda es de tensión. Tercer año en pista y los resultados son los mismos: roturas y más roturas de motor. Esto ha llevado a la aparición de rumores sobre el futuro de la asociación, e incluso se ha señalado el posible cambio de propulsores por parte de McLaren. Pese a este clima de tensión, Boullier confía en Honda. No a corto plazo, pues entiende que la forma de trabajar de los japoneses provoca que los frutos tarden en aparecer.

"Antes de acudir al abogado, estamos en una zona intermedia y buscamos soluciones. Paso mi tiempo entre Japón e Inglaterra mientras intento influenciarles, pero es difícil. Ya de por sí para un europeo es difícil entenderlos, pero es todavía más complicado entenderles si eres un europeo que compite en carreras. Su forma de afrontar la F1 es: cuando todo el mundo va a la derecha, ellos van a la izquierda. Es extraordinario, pero parece que funciona, porque Japón todavía es una potencia mundial", ha continuado Boullier. "Pero hoy en día todo trata sobre el tiempo utilizado. Llegarán a donde quieren estar, pero en vez de tres años puede llevarles seis o siete. Mientras, debemos sobrevivir. Si mejoramos, ya va bien, pero cuando estamos tan por detrás del resto es complicado motivarnos y autoconvencernos de que lo conseguiremos".

Boullier no quiere divorciarse de Honda. O almenos esa es su opinión. El francés sabe que esa decisión no depende de él, sino de la cúpula directiva de McLaren. "Todo es posible. Queremos que esto funcione, así que estamos en una posición de hacer lo que queramos. Pero, a día de hoy, nuestra intención no pasa por un divorcio -de Honda-. No tomaré esa decisión. Quien decide son los propietarios de McLaren", ha concluído el francés.