Alonso, decepcionado con el MP4-31 en Mónaco: "Me falta confianza"
Fernando Alonso esbozaba un aparatoso bostezo minutos antes de que arrancara en Montecarlo el clásico 'Meet The Team', un encuentro que organiza McLaren tras la sesión clasificatoria donde los pilotos y jefes de equipo se someten a las preguntas de los medos de comunicación. La sensación de entrar a la Q3 sobre el Principado no ha sido igual que hace dos semanas en Barcelona, donde la misma gesta fue festejada internamente como una pequeña victoria vistas las dificultades que ha atravesado el equipo desde la pasada temporada 2015. Ahora, el ansiado décimo puesto supone la constatación directa de que el MP4-31 aún no es capaz de asentarse como un firme candidato a la zona de puntos, una realidad plasmada en el mejor ritmo acreditado por Force India y Toro Rosso durante todo el fin de semana.
Aunque batir a Williams al final de la Q2 suponga una hazaña ciertamente destacable para una escudería afincada a los ultimos puestos de la parrilla hace apenas siete meses, el optimismo no ha sido el sentimiento reinante en las intervenciones de Alonso. Si Max Verstappen no hubiera colisionado su RB12 contra el muro, es probable que la Q3 hubiera estado fuera del alcance de McLaren en el día de hoy. Consciente de que las expectativas en Mónaco fueron fijadas en una estima demasiado alta desde el primer momento, llegando incluso a predecir una batalla directa con Ferrari por puestos importantes de la parrilla, el bicampeón ha entonado un discurso algo más pesimista sobre el rendimiento del monoplaza.
"Tengo sentimientos encontrados. Por un lado, estoy contento de estar en la Q3 y mañana intentaremos conseguir puntos saliendo 9º, pero a la vez me esperaba más", explicaba Alonso en primera instancia, haciendo alusión a la posición que le corresponde en la parrilla tras la sanción de Räikkönen, quien saldrá desde el décimo lugar. El tono decaído llegaba justo después. "En cuanto al rendimiento del coche, nunca sabes en qué posición vas a estar, pero ha sido un fin de semana difícil en cuanto al rendimiento del coche y también la confianza atacando las curvas. Me ha faltado confianza en todas las sesiones y no ha sido diferente en clasificación", explicaba Alonso en un gesto tranquilo.
Incrédula ante su falta de ritmo sobre las calles del Principado, la prensa ha cuestionado si la tendencia general de los pilotos a hacer la diferencia sobre el rendimiento del monoplaza en Mónaco no se ha cumplido en el caso de McLaren después de que Alonso y Button estuvieran lejos de ocupar posiciones competitivas durante todo el fin de semana. Los neumáticos y su progresiva degradación han jugado un papel importante en el discreto resultado, pero Alonso insiste en que detectar los problemas concretos del coche es una tarea pendiente para los ingenieros de Woking de cara a las siguientes carreras del año.
"Es cierto que los neumáticos han sido un gran problema para nosotros todo el fin de semana, eso juega un papel bastante importante para rendimiento en clasificación, pero ya veremos. En Mónaco, es cierto que el piloto tiene mas input y confianza, pero al mismo tiempo es un circuito muy específico con necesidades muy específicas. La manejabilidad y la carga aerodinámica funcionan de forma diferente que en otros circuitos, son muchas las cosas que debemos analizar y entender para saber dónde podemos mejorar", indicaba Alonso. Al término de la conferencia, el asturiano abandonaba la sala con gesto contrariado, como si aquella batalla con Ferrari anhelada por Boullier a bombo y platillo estuviera más lejos que nunca de producirse. Y ahora sí, con los datos en la mano.
