Antonio Boto ha cantado sus últimas curvas

Hoy, a Antonio Boto le ha tocado cantarlas. Con su voz y talante peculiar, sus errores, marcando ritmo, como había hecho durante muchos años con Carlos Sainz, sobre todo cuando el gran campeón madrileño nos llenaba de entusiasmo en el Nacional de Rallies y nos hacía soñar pensando en éxitos futuros; también en sus primeros pasos en el Mundial.

A sus 67 años, le ha tocado el turno de tomar la última salida, disputar este último tramo… que uno nunca desea disputar, que desea retrasarlo lo máximo posible, pero que impepinablemente acaba llegando.

Antonio obtuvo sus primeros éxitos como copiloto al lado de Ricardo Muñoz, pluma ilustre de nuestro automovilismo deportivo amén de excelente copiloto y después piloto. Fue en un RACE de 1978 cuando el GS que compartían acabó en novena posición..

En 1984, Juanjo Lacalle le llamó para que le sustituyera al lado de Carlos Sainz. En 1985 y 1986 fueron subcampeones de España de Rallies e incluso participaron en alguna prueba en el extrajero con el Reanult oficial y consiguieron seis victorias. En 1987 pasaron a Ford que, con el apoyo de Marlboro, les dio un Ford Sierra Cosworth, con el que consiguieron el título nacional tras ganar siete pruebas.

Ese mismo año hicieron su debut internacional y llegaron a ser líderes en Portugal, la primera prueba del Mundial que corrieron, aunque abandonaron. Fueron séptimos en Córcega y octavos en Gran Bretaña. Pero tras esta prueba Boto decidió 'colgar' el caso y pasar a ocuparse de las actividades de Opel en competición en España… aunque antes acompañó a Carlos Sainz con un Ford RS200 de grupo B en el Rally de Tierra de Madrid para cerrar la temporada 87.

Años después Antonio volvió a colocarse el casco y participó en el Campeonato de España de Rallies Históricos.

Seguro que este domingo, cuando Carlos Sainz muestre a los aficionados madrileños los coches con los que ha forjado su carrera y encuentre uno de los que compartía con Antonio se le escape una emocionada lágrima. Lo que vivieron –muchas, muchísimas horas– juntos en el estrecho habitáculo de los R5 Turbo, R5 Maxiturbo y Ford Sierra Cosworth es algo que nunca se olvida y que pasará en un solo instante por su cabeza.

Descansa en paz, Antonio.