¿Llegará la Fórmula 1 de los contables?

Se abre el concepto de techo presupuestario a dos velocidades: 135 millones de euros para 2021 y 120 para 2022; los 15 kilos extras son porque de los coches actuales y que se usarán en 2021 no puede aprovecharse nada para 2022, así que hay que hacerlo todo nuevo, incluido monocasco.

Pero además hay partidas que quedan fuera de este límite y ello hará que puedan buscarse fórmulas creativas para camuflar fuera de límite todo lo que se pueda… aunque sea complicado, como se ha hecho con las reglas técnicas.

Aún hay más. Este límite es para los equipos que se hacen su propio coche. A priori son seis: Mercedes, Red Bull, Ferrari, McLaren, Renault y Williams. Los otros cuatro se consideran equipos cliente y tendrán un límite que disminuirá de forma proporcionada según se compren más o menos piezas a la casa madre. La razón es que el precio de compra de estas piezas será menor que el que tendrían hechas en casa si repercutimos el I+D. No está claro, pero Guenther Steiner ha calculado que en el caso de Haas, el límite bajaría en unos 20 millones de euros, algo menos quizás.

Otro detalle a tener en cuenta: el dinero de motores. Parece que 15 millones por los motores estarán asimismo fuera de la contabilidad sometida a límite… aunque ahora se paga más por motores. Pero algunos equipos pagan cero por sus motores, como es el caso de Red Bull y AlphaTauri, a quienes Honda cede los propulsores, pero también los equipos motoristas.

Y por último está el hándicap aerodinámico. Las horas de uso del túnel de viento y los datos de los programas de Dinámica Computacional de Fluidos están sometidos ya a una limitación. La idea es que los equipos que dominan el Campeonato sólo puedan emplear un 70% del tiempo asignado para el túnel de viento, mientras que los últimos del Campeonato puedan usar el 100% para intentar que la brecha entre cabeza y cola se cierre algo –o al menos no aumente–, que es otro detalle que contará. Pero, a más horas de túnel, más gasto o sea que es una solución que tiene su trampa o su riesgo, como prefieran.

Puestas así las cosas, controladores y contables tendrán mucho que decir en los próximos años en el desarrollo y evolución de los coches.

Lo que está por vez es la penalización al que se salte las normas. ¿Dinero, puntos, exclusiones? ¿Pérdida de horas y presupuesto para el año próximo? Éste es un tema capital que es imprescindible que se discute y que quede muy claro.