Todt quiere llevar el WRC a otros continentes a costa de Europa

Para el presidente de la FIA, el Mundial de Rallies no puede estar ausente de China, India sería un mercado potencial más que interesante y debe reingresar el Safari de Kenia –por no decir un rally sudafricano– y Japón, dos incorporaciones que están ya previstas para 2020.

Un propósito que choca frontalmente con los deseos de las marcas de no agrandar el calendario. Para ellas, 14 pruebas es más que suficiente, un límite a no sobrepasar. Posiblemente tengan razón: un rally, entre el test in situ previo, los reconocimientos y la carrera dura ocho días, el doble que un GP de F1. Y además, los equipos tienen derecho a 42 días privados de test.

Y la única 'solución' propuesta por Totd es eliminar pruebas europeas. ¿Cómo hacerlo? Hace unos años ya se intentó un sistema de rotaciones –incluso Australia lo hacía con Nueva Zelanda– de forma que cada prueba se dispute un año sí y otro no, o bien dos de cada tres, depende de cuantas pruebas haya en el calendario. Es cierto que la organización de un rally del mundial es muy costosa para el club o federación organizadora así que descansar un año deja tiempo para recuperar las finanzas… pero también se corre el riesgo de perder apoyos institucionales o de patrocinadores, incluso desencantar a la afición.

Todt, a la vista del éxito de la etapa noruega del Rally de Suecia propone otra solución: 'hermanas pruebas'. Pero me temo que lo que es factible en Finlandia y Noruega no lo es en muchos casos. ¿Portugal y España? Los entornos de ambas pruebas distan 1.000 km. ¿Italia y Francia? Si se mantienen en sus actuales ubicaciones insulares, quizás sería posible… un ferry de Córcega a Cerdeña es factible, pero uno es de asfalto y otro de tierra. ¿O mejor Francia y Alemania?, siempre que la prueba francesa vuelta a Alsacia. Y en cualquier caso, cada prueba perdería su esencia. ¿Cómo emparejar 1000 Lagos o Gran Bretaña?

O quizás Todt se refería a alternacia por 'pares de países', en cuyo caso el tema es bien distinto… pero a buen seguro que tampoco contentará a nadie.

Precisamente la próxima cita del Mundial invita a la reflexión de la problemática de las pruebas extraeuropeas: la inscripción. Menos de 30 equipos en México. Si en Argentina es más decente es simplemente porque en aquel país y los limítrofes hay un buen numero de R5. Por no hablar del escaso número de pilotos que pueden escapar al Rally de Australia –Nueva Zelanda, precioso, está fuera del certamen–.

Lo cierto es que la 'extra-europeización' del Mundial supone circunscribirlo sólo a los pilotos oficiales. Muy pocos privados serán capaces de afrontar cuatro o cinco carreras fuera de los confines del Viejo Continente.

No estoy tan seguro si estos movimientos corresponden a los deseos de las marcas o al equilibrio político de fuerzas de un presidente en busca de la reelección.

En fin, el panorama es preocupante, por no decir aterrador o terrorífico, que puede ser una espada de Damocles para cualquier prueba europea del Mundial.