François Perrodo, un gentleman en el WEC

Viento las listas de inscritos de las pruebas se descubren pilotos que en su día fueron considerados grandes promesas y que a la postre no llegaron a penetrar en el cerrado círculo de la Fórmula 1. Junto a ellos, formando equipo, nombres absolutamente desconocidos, 'gentleman drivers'. Grandes aficionados que con su fortuna se permiten competir con los grandes ases e incluso, en algunos casos, tenerlos por compañeros.

Por ejemplo, el equipo TDS, uno de los mejores de la categoría LMP2, tiene como pilotos al joven Matthieu Vaxiviere, a Loïc Duval –exoficial Porsche y ganador de Le Mans– y a un tal François Perrodo.

Este último nombre no les dice nada, seguro. Pasarían a su lado y su cara no les diría nada. Quizás ni se fijarían en él. Pero harían mal. Él es posiblemente –y sin el posiblemente también– la mayor fortuna del paddock del Mundial de Resistencia.

Perrodo no es una nueva promesa, tiene ya 41 años, pero es un apasionado del motor, un auténtico 'gentleman driver' que lleva ya seis años tomando parte en el WEC. Inicialmente en GT y desde el pasado año en LMP2, contando siempre con excelente equipo y compañeros; durante años, Emmanuel Collard fue su compañero.

Perrodo lleva seis participaciones en Le Mans, de las cuales ha terminado tres. Un total de 37 carreras en el WEC de las que sólo ha abandonado en tres, más una exclusión este último año en Le Mans, donde había entrado cuarto de LMP2 y octavo de la general. Además ha corrido en Blancpain y otras categorías GT. En 2016 ganó la categoría GTE en el WEC junto a Collard y Rui Águas.

François y su madre, Carrie Perrodo, son los propietarios de Perenco, una compañía fundada por su padre Hubert Perrodo, fallecido en 2006. Perenco es desconocida del gran público pero que es uno de los más importantes suministradores europeos de petróleo y gas. Según The Sunday Times, su fortuna supera los 5.500 millones de libras, es decir, unos 6.200 millones de euros.

The Sunday Times publica anualmente una lista de los hombres más ricos relacionados con la automoción. Este año, los Perrodo ocupan este lugar, desbancando al mismísimo Bernie Ecclestone, a quien –según el periódico británico– doblan en fortuna.

Los Perrodo son franceses, aunque viven en Gran Bretaña. François, que estudió en Oxford, se licenció en física antes de estudiar ingeniería en el actual Instrituto Francés del petróleo y cursó estudios en una afamada escuela de negocios de Singapur, donde nació. Tiene otro hermano que se dedica a la distribución de vinos por internet y una hermana que se ocupa de los viñedos de la familia. El año pasado compraron tres mansiones en Londres por las que pagaron más de 150 millones de euros.

François se inició en el automovilismo en carreras de clásicos cuando ya tenía más de 30 años. Antes había destacado como jugador de polo en lo que a deportes se refiere.

Me viene a la memoria una frase de Mike Gascoyne, el que fuera director técnico de Renault cuando Alonso alcanzó su primer título: "Cualquier piloto, con el debido entrenamiento, puede llegar a rodar a dos segundos de un campeón, pero no podrá conseguirá jamás bajar ese tiempo".

Algunos gentleman, sin embargo, lo consiguen o al menos se acercan algo más. Perrodo es de estos, al menos visto su porcentaje de carreras acabadas y los resultados alcanzados. En Le Mans giró en 3'37". No es un mal crono en la categoría, aunque los profesionales más rápidos, en clasificación, fueran 10 segundos más rápidos.

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