Saca a pasear a su abuelo en un Tesla Model S y esto es lo que sucede

El buen hombre es reacio a creer que el coche es propulsado sólo por baterías, y cuesta hacérselo entender. Más asombro le produce que con ese sistema sea capaz de recorrer tantos kilómetros sin necesidad de recargar o cambiar las baterías.

Ya en el interior, los mandos le dejan estupefacto, especialmente la gran pantalla táctil desde la que se controla el infoentretenimiento, el gps, y otros parámetros. ¿Dónde está el cassette? ¿Y las ruedas para elegir el dial de la radio? De locos

Pero es la brutal aceleración del Model S lo que acaba por dejar sin palabras al venerable anciano, que sin embargo disfruta de la experiencia. Es el futuro, un futuro para él muy lejano y que no conocerá, pero ahora. Aquí. Casi como una película de ciencia ficción.

La opinión final del abuelo de Gitalis es positiva con el coche, puesto que no puede pronunciar muchas palabras. Es un gran coche para él, sin duda. Pero sobre todo, es una experiencia reveladora de cómo han cambiado las cosas en la automoción, y que nos debe hacer reflexionar a nosotros mismos sobre los veloces cambios que vivimos, ya que a veces nos pasan casi inadvertidos.