Honda y Fernando Alonso, ¿por qué no?

La verdad es que esta pregunta posiblemente está mal planteada en estos términos. La cuestión es saber si en 2026 Fernando querrá seguir pilotando y mantiene la mista aptitud y eficacia actuales. Es cierto, Fernando ha dejado entrever que quisiera prolongar su contrato actual por otros dos años, de forma que eso nos lleva directamente a correr en 2026.

Quedan dos años y medio por delante. Para entonces estará rozando los 45 al comienzo de la temporada. Pero si Alonso está en forma, no habrá ningún problema para que esté al volante del coche. Y, por su parte, Honda ya ha dejado claro que “el pasado es pasado” y que será Aston Martin el encargado de elegir a los pilotos.

Además, está la posibilidad de un caramelo extra, una oportunidad que el asturiano tiene aparcada pero no descartada: las 500 Millas de Indianápolis, donde la vida sigue tras la jubilación de la F1. Honda podría incluirle en uno de sus equipos. O incluso ofrecerle el Acura para Le Mans, un desafío que antes o después la marca de lujo de Honda afrontará.

En F1 no hay que decir ‘nunca jamás’. Y lo ha demostrado el propio asturiano cuando volvió a McLaren en 2015, pese a todo lo que sucedió en 2007 con el equipo y con Ron Dennis y Martin Whitmarsh. Por cierto, este último juega un rol en Aston Martin actualmente, aunque no sea directamente en el equipo.

La inmortal frase de película de ‘gansters’: “No es nada personal, sólo cuestión de negocios”, es casi un mantra en la F1, donde para ganar se tejen alianzas entre enemigos irreconciliables. Fichajes de técnicos y pilotos, ‘robo’ de patrocinadores, trasvase de motores, despedidas de pilotos para subir a otro en plena temporada o porque trae más dinero. Todo responde a un solo objetivo: victoria y/o negocio.

La situación muy diferente a la de 2015. Entonces el motor Honda era experimental y ahora es un motor maduro, posiblemente el mejor de la F1 actual. Y los motores de 2026 se basan en los actuales, aunque simplificados para que resulten más económicos.

No cabe duda de que Aston Martin hace un movimiento importante, clave: se independiza de ser cliente de motores para tener un trato preferencial, ser equipo oficial, poder influir en la arquitectura de la unidad de potencia. Lawrence Stroll tiene las ideas claras sobre todo esto.

Entre tanto, Aston Martin tiene mucho que hacer. Acabar sus nuevas instalaciones, completar los refuerzos de personal. Pero todo debe estar operativo en 2025 para trabajar cara a 2026.

Tengo más morbo en saber si habrá que ver si tiene repercusiones en Aston Martin, marca de automóviles, en la que Toto Wolff tiene una participación minoritaria, en la que Mercedes es asimismo accionista… Además, Geely tiene una presencia cada vez más importante, es el tercer accionista tras el grupo de Stroll y tiene un fondo soberano árabe, al que gustaría tener un equipo de F1 en su país.

Lo de Fernando y Aston Martin-Honda me parece mucho más sencillo. Si el asturiano se mantiene como ahora, estarán juntos… y sin necesidad de que nadie se corte un dedo, como en las películas sobre la Yakuza japonesa.