El naufragio de Bobby y Graham Rahal en la Indy500

RLL, como se conoce el equipo, es propiedad de Bobby Rahal, ex piloto de F1 e IndyCar, David Letterman, una de las grandes leyendas de la televisión americana con su Late Show, y Mike Lanigan, un acaudalado empresario de construcción cuya empresa ha sido patrocinadora de coches de Indycar en varias ocasiones.

¿Intuían el desastre de la clasificación de Indy? A los tres coches habituales del equipo, para Graham Rahal, Christian Lungaard y Jack Harvey, unían un cuarto coche para Katherine Legge.

Desastre total. Si no fuera por Stig Ray Robb, hubieran sido los últimos cuatro de la calificación. Legge fue la mejor de todos ellos y saldrá 30ª, con Lungaard 31º y Harvey 32º. Un Jack Harvey que eliminó en el último intento —tras cuatro fallidos— al hijo del patrón.

Aunque en IndyCar se clasifican los coches y no los pilotos, Graham ya ha dicho que no piensa “comprar una plaza que no he ganado en la pista”.

Bobby y Graham estaban destrozados, obviamente. Curiosamente, hace justo 30 años, Bobby sufrió el mismo infortunio: quedó fuera de la parrilla de las 500 Millas, la única carrera en la que hay que estar. Bobby había ganado Indy en el 86 y en el 92, y la temporada anterior, había sido el campeón de la CART.

“Hay que ser realistas. Todos los chicos han puesto el máximo empeño, pero nos hemos quedado cortos, no hemos sido suficientemente buenos. Durante toda la semana fuimos de los más lentos. Pero hay que ser positivo: tienes que ser humilde y amable en la victoria y en la derrota”, dijo Rahal.

Indy es tremendamente peculiar. Toda una caja de sorpresas. Ahí esta Santino Ferrucci en segunda línea, aunque nadie hubiera dado un duro por ello.