El muermo de las temporadas liquidadas antes de tiempo. Van a ser 40.230 minutos de Coñazo Racing

El problema es que nos va a regalar un resto de temporada con menos emociones que la Primera Comunión de Andrés Iniesta.

Bernie, la FOM, la FIA, los equipos, los anunciantes, las teles y los telespectadores padeceremos los minutos de la basura basketboleños que en el caso de la Formula 1 van a durar justo un mes. En la NBA, cuando los Lakers de Gasol arrasan a un equipillo de medio pelo, el respetable pilla y se larga del Staples Center viendo los gigantescos pies de los gigantescos jugadores en el pescuezo de sus gigantescos contrincantes. Son los llamados "minutos de la basura", y en la F1, tras el gepé hindú vamos a disfrutar de exactamente 40.320 minutos de esos. No vamos a preguntarnos en cada parrilla quién va a ser el Campeón, porque el título está preadjudicado. Tampoco quien va a ser el Subcampeón, porque va a ser muy difícil que le quiten esa corona de plata a Alonso. Lo guay, lo auténtico del Líbano durante todo un mes va a ser quien acabará tercero… tercero, en qué puesto van a acabar Kimi y Lewis. Acojonante. 

No vamos a preguntarnos en cada parrilla quién va a ser el Campeón, porque el título está preadjudicado

 Los gestores de todo esto deberían haber tomado alguna medida para evitar este abrumador, y bien ganado, dominio pero que resta interés de una manera masiva cuando el tema se decide con semejante antelación. 

Si no aportas una solución, es porque formas parte del problema, así que nos toca exponer ideas, que aunque alocadas, ayudarían a que al menos nos lo pasemos bien en estas 'semanas de la basura':

1) Batallas coche a coche, con dos payos en pista dándose cera de la buena. Se ha hablado mil veces de esto aunque el problema es quien atacaría la primera curva por el interior. A lo mejor el que va por fuera debería tener unos metros de ventaja como en el MotoGP. De tener viabilidad, la concesión de una chatarrería instalada en el primer giro saldría a subasta pública a un precio entre muy requetealtísimo y plurimillonario.

2) Intercambiar coches. Los de atrás se quejan de que no corren porque sus oficinas móviles son tortuguiles. A los de delante se les acusa de que corren porque lo que son rápidos son sus coches. Pos apañao: darles algo que corra a los que se quejan de que no corren y quitarles lo que corre a los que hoy si que corren y que se las apañen, a ver si corren tanto como parece que corren. (La parte contratante de la primera parte…)

3) Invertir las parrillas. Máximo Chilton nunca se ha visto en una como ésta. El rubiales marussio está condenado a palmar por sistema con el coche menos dotado de todo el Mundial. Las apuestas girarían en torno a ver cuantas vueltas tardan los de atrás en llegar a lo más alto, y cuanto aguantarían los embates de los gallos del corral que gastan espolones. Problema añadido: los virtuosos no suelen cometer errores, pero la parte trasera del negociado la conforman tíos con menos experiencia. Los doblados ya no la lían tanto como antes y esto ha mejorado mucho, pero… es que no van a ser doblados, sino adelantados, así que plantarán cara en la medida de sus posibilidades. No serían adelantamientos, sino rebasamientos en lugares favorecedores como las rectas, para evitar el jaleo de hacerlo en curva, una zona delicada. No sería demasiado excitante.

4) Invertir la parrilla hasta el décimo puesto. Esta clave la han usado en Fórmula 3, por ejemplo. La risa es ver como nadie quiere ser quinto, y se hace el remolón en la primera carrera para salir en pole en la segunda. En la GP2 el corte llega en la octava plaza, y a los pilotos que sólo ganan los domingos los llaman "Los Octavios" (y vaya poca gracia que les hace)

5) Montar salidas "a lo Le Mans", cruzando la pista y subiendo al coche de un salto. Es algo chusco y que un piloto tenga que amarrarse los arneses sin ayuda es directamente peligroso. Como haya un tío rapidísimo que tropiece o vaya dando cojetás por el asfalto, puede comerse un marronazo… o un atropello.

6) Triathlon, con coche, carrera a pie y cibicleta. Suena a majadería virutera, pero muchos artistas de la parrilla participan en triathlones tradicionales y el tema les suena. Todos hacen footing y casi todos son ciclistas por consejo de sus preparadores. ¿Que qué? ¿Qué es una majaronada? ¿Y el Curling que es, y lo dan por la tele horas y horas e incluso hasta tiene su público? Cosas más raras se han visto, compadre.

7) Sortear los coches. Esta no requiere explicación y está aquí un poco por rellenar. En realidad no tiene mucha gracia y lo que es peor: a Vettel puede tocarle un RB9.  

8) Dos carreras, una el sábado cortita al sprint, y una más larga el domingo en una configuración similar a la de hoy. Esta idea era de Flavio Briatore y es frecuente en categorías inferiores. Los findes cambiarían, llegaría gente a los circuitos no sólo para el domingo, las teles que no dan el cualifáin tendrían que modificar su programación… interesante, más que aquello del circuito doble. El reparto de puntos cambiaría y de paso la estrategia. Habría coches que irían mejor en carreras cortas que en largas, y viceversa, claro. Los mecánicos protestarían por tener el doble de curro. Más tarea, más personal.

9) Otorgar puntos a la vuelta rápida. Esto sería divertido por una razón muy sencilla… "los de en medio". Los de atrás no tienen coche para hacer este tipo de machada, los de delante estarían liados con mantenerse en, o alcanzar el podium, pero los medianeros entrarían en boxes en los compases finales de cada prueba -cuando ya apenas no llevan combustible a cuestas- y saldrían con el cuchillo en la boca para realizar un par de supervueltas con gomas blandas. Un rookie lanzado a toda mecha en busca de un titular podría montar un "strike" como en una bolera al final de recta… ¡mola!

10) Dar puntos a los clasificados el sábado. Esto se hace en otras categorías y aporta un poco de salsa al conjunto. La estrategia se modifica en función de lograr este pellizco que puede venir de perilla al final de la temporada… o incrementar la diferencia del que tenga un coche rapidísimo a una vuelta. Delicado. 

 Si el fumbol es grande porque apenas ha cambiado en el último siglo, la F1 sigue viva porque cada año se agita el árbol a ver que cae. Ale, sin miedo… que vengan esos cambios que nos comeremos lo que nos echen. "Pan et circenses", como diría el olímpico Asterix… o el que fuera.