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Lejos de los focos que rodean el paddock del DTM, Dani Juncadella (Barcelona, 1991) decidió preparar su última cita del año, el Gran Premio de Macao, en el Circuit de Barcelona-Catalunya durante la disputa del Euro Fórmula Open. El piloto catalán, que se llevó un podio en su casa, afronta este fin de semana la carrera más especial del año, "la mejor carrera del mundo", según revela en exclusiva para LaF1.es. Juncadella no solo quiere disputar una carrera única, sino que quiere repetir la victoria que ya consiguió en el año 2011 y que recuerda como su mejor momento de su trayectoria deportiva. El barcelonés, por eso, no vive su mejor momento deportivo, ya que todavía no ha podido saborear un gran resultado en los tres años que lleva en el DTM, pero asegura que no echa de menos la Fórmula 1.

La noticia fue un shock, nadie se lo podía esperar, pero como ocurre en estos casos, cuando la muerte acecha lo hace de golpe y porrazo, sin avisar. Era el 25 de Abril del 2001. De repente se fue un piloto difícil de olvidar, una persona amante y apasionada de la velocidad, un talento natural indiscutible, un piloto italiano puro: Michele Alboreto.

El DJ valenciano Chimo Bayo ganó en sus tiempo el campeonato japonés de vender coplas. Su atuendo mitad militaroide, mitad disfraz de soldado futurista tuvo mucho éxito en países como Israel, Malasia y el del sushi. En sus animados conciertos, cantaba aquello de "Esta si, esta no" y luego soltaba una especie de rap ininteligible que la gente coreaba. Seguramente cantaría en austriaco, un idioma que a los hispanohablantes nos resulta como de otro planeta, pero con el que Helmut Marko, sería capaz de cantarte la tabla de multiplicar del siete marcha atrás, porque es el suyo, claro.

Tres veces campeón del mundo de Fórmula 1. Abucheado en los circuitos y odiado por medio paddock, que cuestiona permanentemente sus victorias dada la superioridad de su coche y diserta sobre si su talento llega o no a las suelas de los zapatos de tal o cual piloto. En todo caso, está a pocas semanas de ganar su cuarto mundial. Consecutivo.

Los pilotos de pago han existido desde tiempo inmemorial y probablemente siempre existirán. Sin embargo, jamás habían quedado cerca de ser mayoría en la parrilla de salida, hito que podría caer en 2014. La crisis económica mundial amenaza con resquebrajar la burbuja de la Fórmula 1 por su flanco más débil: el del talento al volante. Maletines llenos de dólares, rublos o euros asegurarán una temporada más la supervivencia de cinco de los once equipos de la parrilla, arruinando las esperanzas de algunas promesas de futuro.